La campaña de exportación de cítricos a Estados Unidos desde el puerto de Castellón se ha cerrado esta campaña de forma prematura debido al calor de este invierno, que ha estropeado la clemenules en el árbol, como ya informó este diario. A diferencia de todos los años, cuando todavía se cargaban barcos en el mes de enero con destino a Filadelfia, en este ejercicio esto no ha sido posible, tal y como confirman fuentes de la terminal frigorífica de PortCastelló, Fricasa, donde se almacena y carga la fruta.

Los envíos los cerró, en los últimos días del año pasado, el buque de bandera liberiana Tasman Mermaid, que puso fin así a una campaña atípica que ha echado por tierra las pretensiones del holding empresarial citrícola que exporta desde Castellón a EEUU, que deseaba aumentar los envíos en esta campaña. De hecho, a pesar de que ha habido menos naves que cargasen la fruta --desde Fricasa afirman que se han fletado 10--, en la terminal frigorífica del Grao indican que se han repetido las cifras de envío, “40.000 toneladas aproximadamente”.

a la baja // Lo cierto es que, según las estadísticas del Instituto de Comercio Exterior (Icex), en la campaña pasada salieron de Castellón con destino a la costa este estadounidense, desde octubre a enero, 32.520 toneladas y es posible que, cuando existan los datos definitivos de esta, no se alcance esta cifra. Y es que la pasada temporada marcó el mínimo en cuanto a exportación citrícola provincial a EEUU en una línea descendente que no se ha detenido en los últimos años.

Muy lejos quedan ya los envíos de 75.000 toneladas de principios de siglo. De hecho, en solo cuatro ejercicios, del 2010/11 al 2014/2015 (el pasado es el último con datos oficiales) se ha perdido un 32% de la exportación marítima a Estados Unidos. Y eso parece continuar este año: con 2.091 toneladas en octubre (el único mes con cifras del Icex), el envío de fruta fue un 28% inferior al del año anterior, cuando ya había caído respecto al previo.

El hecho de no exportar ya clementinas de la variedad marisol explica el bajón en la fase inicial de la campaña citrícola, que no ha podido ser contrarrestada con otras variedades tempranas, como pretendía el sector.

Falta por ver si la depreciación del euro frente al dólar ha facilitado que cada barco haya llevado más carga, como indican las fuentes de Fricasa. Pero lo cierto es que el mercado estadounidense, antaño de gran relevancia, parece que sigue de capa caída. H