En el 2006 no era raro que en algunas calles de Castellón hubiese casi tantas agencias inmobiliarias como bares. Pero llegó la crisis y esta arrasó con mas de la mitad de las oficinas. Solo resistieron los más fuertes. Ahora, casi una década después del pinchazo de la burbuja, las expectativas han cambiado. Hoy este tipo de empresas vuelven a formar parte del paisaje comercial de los barrios y ya son uno de los negocios que más aperturas protagonizan. Tanto que solo en el último año han abierto en la provincia 104 nuevas empresas dedicadas a la intermediación inmobiliaria.

El Directorio Central de Empresas del Instituto Nacional de Estadística (INE) contabiliza en la provincia 2.163 locales dedicados a la actividad inmobiliaria. El concepto engloba tanto agencias independientes como delegaciones de una franquicia o compañías que se dedican a la compraventa o alquiler por cuenta propia y a la gestión de inmuebles. En cualquier caso son 104 más que un año antes, cuanto en Castellón había registradas 2.059.

Pese al crecimiento, el número de agencias no es equiparable aún al que había antes del pinchazo de la burbuja. Un dato basta para entenderlo: en 2008 funcionaban en la provincia más de 4.300 negocios de este ramo, aunque la recuperación está siendo rápida, ya que desde 2013 se ha registrado un aumento del 20%.

Pero, ¿por qué aumenta la cifra de inmobiliarias? ¿Por qué cada día es más frecuente que en ciudades como Castellón, Vila-real, Burriana o Peñíscola una empresa de este tipo suba la persiana? Hay varios motivos, pero el principal tiene que ver con el alza de las ventas y el auge del alquiler. «Los datos indican que la compraventa de viviendas se está revitalizando tras unos años muy malos. Los bancos también empiezan a dar más facilidades y esas son algunas de las razones de la apertura de nuevas inmobiliarias», apunta Francisco Nomdedeu, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Castellón (Coapi).

Las ventas de viviendas van mejor y, de nuevo, el sector inmobiliario vuelve a convertirse en una oportunidad para los que buscan un empleo por cuenta propia, sobre todo para decenas de exempleados del sector financiero. «Hay muchos extrabajadores de la banca que se han establecido por cuenta propia y han abierto su propia agencia o trabajan como colaboradores», aseguran todas las fuentes consultadas.

Siglo XXI y Asociados ha sido una de las últimas en estrenar sede. Los hizo hace tan solo 15 días en Vila-real. «Llevábamos muchos años en otro local y hemos decidido trasladarnos a unas oficinas mucho más céntricas y amplias», explica su propietario, José Manuel Esteban, que también confirma el auge de inmobiliarias en la provincia y lo achaca al aumento de las ventas. «Es cierto que las transacciones han aumentado pero ahora ya no se vende cualquier cosa. Antes se despachaban pisos. Ahora se comercializan», describen desde una empresa cuyo plato fuerte es la realidad virtual y el Home staging (técnica que permite realzar una vivienda y darle un aspecto más atractivo para los posibles compradores).

ALZA DE COLEGIADOS // Cada día hay más inmobiliarias pero no todos los que están al frente son agentes colegiados. En España, la ley permite prácticamente a cualquier persona ser intermediario en la venta de pisos. Eso explica porqué el número de agentes colegiados en Castellón no evoluciona con la misma rapidez. Aún así, el Colegio de Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Castellón lleva registradas 6 altas desde principios de año, hasta sumar un total de 103. «Ser agente y estar colegiado ofrece unas garantías extra, aunque es cierto que hay profesionales que quieren colegiarse y no pueden porque no cumplen lo requisitos», añade Nomdedeu.

Quienes también abren oficinas inmobiliarias en la provincia son los bancos, propietarios de buena parte del estoc de vivienda nueva en la provincia. El pasado mes de diciembre Solvia, la inmobiliaria de Banco Sabadell, abrió oficina en la calle Ruiz Zorrilla de Castellón, y ya dispone de seis en la Comunitat y 18 en el conjunto del territorio nacional. «En Solvia tenemos claro que el futuro pasa por la intermediación inmobiliaria tanto para particulares como empresas y por ello, la compañía ha iniciado una nueva etapa en la que pone su foco estratégico en ofrecer sus servicios ya no sólo a quien quiere comprar su vivienda, sino también a aquellos particulares que quieren venderla o ponerla en alquiler», aseguran fuentes de la empresa.

Solvia prevé seguir extendiendo su red de inmobiliarias y para ello ha optado por la fórmula de la franquicia. Y es que el negocio de la franquicia inmobiliaria ha vuelto al punto de mira del emprendedor, tras el descalabro sufrido con el pinchazo de la burbuja. Marcas como GS Inmobiliaria u Unicasa & Home se han fijado en Castellón. ¿El gancho? Una inversión moderada, ya que para abrir una franquicia no se requiere de mucho dinero. La media, según los expertos, se sitúa en los 30.000 euros.