Al menos 73 personas murieron en la noche del jueves en Niza (sur de Francia) cuando un camión arremetió contra una multitud que presenciaba los fuegos artificiales de la fiesta nacional del 14 de julio, informó el gobernador de la región Provenza, Alpes Costa Azul, Christian Estrosi. El conductor del camión fue abatido por las fuerzas de seguridad. El portavoz del Ministerio del Interior, Pierre-Henri Brandet, precisó que el hombre "neutralizado por la policía" era el único que iba en el camión, en el que no había bombas.

Brandet, en declaraciones al canal "BFM TV" señaló que las investigaciones se centran ahora en ese hombre --sobre el que no dio otros detalles-- y "sobre eventuales cómplices", aunque a continuación negó que hubiese una toma de rehenes ni ningún grupo de hombres armados en Niza, como habían informado algunos medios.

Las televisiones difundieron imágenes de un tráiler blanco de gran tamaño, supuestamente el vehículo utilizado por el agresor para cometer el atentado.

Testigos presenciales señalaron a los medios que se escucharon disparos en el lugar de los hechos, aunque no se sabe cuál era su procedencia.