Castellón y Cataluña. Dos territorios vecinos, separados por el río Sénia, con un pasado y presente comunes y la necesidad de entenderse. Y no por una cuestión meramente política, sino por el aplastante peso de la economía. Los dos mantienen unos intercambios comerciales que rozan los 2.000 millones anuales y asisten al ir y venir de sus vecinos de una tierra a otra. Porque cada día hay decenas de personas del Baix Maestrat que se trasladan a trabajar o a estudiar a Alcanar, Tortosa, Ulldecona o Sant Carles de la Ràpita. Y al contrario. Por eso lo que estos días acontece en Cataluña es escrutado con especial atención por los habitantes y las empresas de Castellón.

El nexo económico entre las dos tierras es innegable. Castellón vende cada año productos a Cataluña por un valor medio de 901,2 millones de euros, según datos facilitados a Mediterráneo por el Centro de Predicción Económica (Ceprede), un organismo creado por la Universidad Autónoma de Madrid, la Cámara de Comercio de esa misma comunidad y la Fundación Universidad-Empresa y apoyado por la práctica totalidad de los gobiernos autonómicos. Se trata de casi el doble de lo que cada año las empresas de la provincia exportan a Alemania (539 millones en el último año) y el triple de lo que se envía a Estados Unidos.

Pero la relación comercial con Cataluña es de ida y también de vuelta. Así, la comunidad vecina vende a Castellón productos por un valor superior a los 1.000 millones anuales. ¿Conclusión? El balance entre Castellón y Cataluña favorece a la segunda, ya que cada año obtiene unos cien millones más de los que gasta en comprar en la provincia.

LOS EFECTOS DE LA CRISIS //

Pese a que Cataluña es un destino de primera magnitud para los productos made in Castellón, en los últimos años los envíos han ido a menos. Un ejemplo. En el 2014 (los datos del Ceprede analizan las relaciones comerciales entre el 2010 y el 2014), las ventas de las empresas de la provincia en la comunidad vecina ascendieron a 765,6 millones de euros, un 48% menos que el tope alcanzado en 2011 (1.138 millones). Con los envíos desde Cataluña ocurre algo muy similar y se ha pasado de los 1.138 millones del 2013 a los 856,8 del último año.

Pese a que los números han ido a la baja (otra consecuencia de la crisis), son decenas las empresas de Castellón con intereses económicos en Cataluña. Y la palma se la llevan los productos agrícolas. Un ejemplo basta para entenderlo: cerca del 70% de la producción hortofrutícola de la mitad norte de la provincia se vende en Cataluña. «Más que preocupación, lo que sucede en la comunidad catalana lo vivimos con incertidumbre. Entendemos que es un tema que se tiene que solucionar políticamente y ya veremos lo que ocurre al día siguiente del 1 de octubre. Igual hay un boicot a los productos españoles y eso sí nos perjudicaría», resume un empresario del Baix Maestrat que vende más de la mitad de sus productos a Cataluña.

uN OBJETIVO COMÚN: EL CORREDOR //

Si se tienen en cuenta las relaciones entre Cataluña y la Comunitat Valenciana, los datos todavía impresionan más. Los intercambios comerciales entre ambas comunidades autónomas superan los 8.000 millones de euros con un saldo a favor de Cataluña. De hecho, la Comunitat representa un 17,3% de todas las ventas de Cataluña al resto de España, lo que la sitúa como el segundo mercado por detrás de Aragón. Además, la valenciana ocupa el segundo lugar como autonomía de origen de las compras de Cataluña, por detrás de Andalucía.

Pero, ¿cómo viajan las mercancías que salen desde Valencia, Alicante y Castellón y van a Barcelona? ¿cómo se transportan los productos desde Cataluña a la Comunitat? Mayoritariamente, por carretera, lo que convierte la autopista AP-7 y las carreteras CV-10 y N-340 en el gran eje comercial entre ambos territorios. Por eso una de las grandes asignaturas pendientes es el corredor ferroviario mediterráneo que reclaman desde hace años las empresas a ambos lados del río Ebro.