Zona catastrófica. Es la solicitud que el sector citrícola castellonense piensa transmitir a las autoridades como consecuencia del temporal. Y es que el prolongado episodio de lluvias que ha vivido la provincia ha dado prácticamente al traste con la campaña de clemenules. Pero no es el único sector que se ha visto perjudicado por el mal tiempo. El comercio tradicional, que ha visto cómo la meteorología ha reducido drásticamente sus clientes en posiblemente el fin de semana de mayores ventas de todo el año; y la pesca, que ayer lunes tuvo que dejar de faenar justo cuando el pescado de calidad tiene más salida y, además, mejor precio, también se han visto muy dañados.

Dan casi por finiquitada la campaña de clemenules

Sin duda, el sector más perjudicado es el citrícola. Y en todas sus vertientes. Empresas y agricultores coinciden en que será «complicado» recolectar lo que queda de clemenules en los campos, que no es poco, como señala el presidente de la patronal de exportadores Asociex, Jorge García.

Aunque con él coincide, textualmente, el vicepresidente de Fepac-Asaja, José Francisco Nebot, al señalar que «en todas las guerras se salva alguien», este tampoco esconde que solo la fruta que esté tratada y venga retrasada de maduración (sobre todo debido al pie citronelo, concreta) tiene posibilidades de ser recolectada. También el secretario general de la Unió, Ramón Mampel, coincide y señala que buena parte de la cosecha que resta «se va a tener que tirar», por lo que califica la campaña de «desastrosa».

La mala situación de los campos, anegados y buena parte de cuya fruta se verá afectada por el pixat, hará que se reduzca la actividad recolectora (los collidors apenas han trabajado durante las últimas semanas). También en los almacenes -que trabajan estos días «a un 30 ó 40% menos de lo normal», señala García- y en el transporte de la fruta.

Y es que la falta de fruta ha hecho que comercios y cooperativas hayan tenido que anular «muchos pedidos», dice García. Con el descenso de la actividad, las empresas comercializadoras dejarán de facturar este año alrededor de 130 millones de euros, ya que la lluvia ha llegado «en el peor momento», apunta Nebot, justo en las semanas previas a Navidad, cuando Castellón exporta aproximadamente el 40% de la naranja del año (unos 1.200 millones de euros de facturación total).

Y, aunque a partir de hoy se prevé volver a recolectar la fruta en mejor estado, ante estos condicionantes, García afirma que se debería solicitar que Castellón fuese declarado «zona catastrófica». Con él coincide Nebot, quien señala que es «obligación» de las organizaciones agrarias pedirlo, aunque después dependa «de una decisión política». Mampel anunció ayer que la Unió solicitará ayudas a la Generalitat y al Gobierno para reparar las infraestructuras agrarias y exenciones fiscales de los agricultores.

El comercio pierde un fin de semana «estrella»

Otro de los sectores más perjudicados ha sido el comercio tradicional. La lluvia ha reducido a mínimos la presencia de clientes en uno de sus fines de semana «estrella» del año, apuntan desde la patronal Covaco. No en vano era el último festivo aperturable antes de Navidad. Eso sí, confían en la fidelidad de sus clientes y esperan un «aluvión» de ventas a partir de hoy, cuando mejore el tiempo. Por ello, el balance definitivo lo harán cuando acabe la campaña de Navidad.

La pesca no faena cuando el pescado tiene más precio

En cuanto al sector pesquero, solo 10 barcas de Benicarló y Vinaròs de las más de 150 de arrastre y artes menores de la provincia (el cerco está parado por veda) salieron ayer a faenar debido al oleaje reinante. Y lo hicieron porque es ahora, antes de Navidad, cuando el pescado es más demandado y, por tanto, tiene precio. El presidente de las cofradías provinciales, Miguel Castell, confía en que el grueso de la flota «vuelva al mar hoy, porque hay que aprovechar estas fechas».

Las zonas turísticas también notan el bajón

En cuanto a la restauración, el temporal no tuvo prácticamente afección en las comidas y cenas de empresa y amigos, lo que predomina en estas fechas, pero sí incidió «en las zonas turísticas de la costa y del interior», donde se eliminaron algunas reservas, sobre todo debido a cancelaciones de alojamiento, señala el presidente de Restauración de Ashotur, Agustín Platillero.