Las empresas de hostelería y ocio de Castellón se preparan para una oleada masiva de despidos en septiembre, acogiéndose al nuevo mecanismo de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) por impacto de los rebrotes del covid-19. Y es que solo el plan de ajuste de 21 días ya activo, hasta el 8 de septiembre, inicialmente, supondrá prescindir de trabajadores de inmediato. Cierra el ocio nocturno, limitan el horario de restauración hasta la 1.00 h y se ponen trabas a fuma en las terrazas en plena temporada estival de agosto, en el momento álgido del turismo foráneo y el de la segunda residencia en litoral e interior en lo que ha sido un verano inusual.

La patronal turística castellonense Ashotur estima pérdidas económicas de calado. En base a los cálculos de Exceltur, las restricciones previstas en estas semanas de agosto supondrían un descenso en la facturación prevista de en torno al 20%: casi 60 millones de euros en conjunto.

El vicepresidente ejecutivo de Ashotur, Luis Martí, manifiesta que «la campaña de verano en la provincia será más corta --a consecuencia del coronavirus-- y en septiembre se notará el impacto en el empleo. El otoño pinta mal».

El presidente de la Confederación de Empresarios de la Comunitat (CEV), Salvador Navarro, en nombre de la patronal autonómica, también advierte de que prolongar las medidas más allá de los 21 días establecidos por Conselleria pondría «en peligro de cierre definitivo» a muchas empresas y supondrá la pérdida de números puestos de trabajo. Y avisa de activar recursos en tecnología, inversión en rastreadores y la responsabilidad individual para proteger la salud ciudadana y evitar un segundo confinamiento que sería «catastrófico» para la economía.