El patrón de los animales en Vila-real espera su tributo en la ciudad. Mañana, víspera de Sant Antoni, se celebra ya una nueva edición de la Matxà, por lo que la Congregació de Lluïsos, que se encarga de organizar este multitudinario desfile desde hace casi medio siglo --tomaron las riendas el año 1973--, ultima los detalles para que todo esté a punto en cuestión de horas.

Los que también están prácticamente listos son los 4.500 rotllos que la entidad religiosa ha pedido elaborar un año más a su aliado gastronómico en estas lides, el Forn de Garrofa, comandado por Santi Ribelles, local en el que los últimos días amasan y hornean a contrarreloj para entregarles mañana en horario matinal a Els Lluïsos la dulce y crujiente mercancía que la asociación repartirá a los vecinos tras el pasacalle.

Aunque este año la Matxà, que cuenta con la colaboración de la Concejalía de Juventud, se celebrará en día laborable, la congregación tiene claro que los vila-realenses nunca fallan a la tradición. «Cae entre semana, pero estamos convencidos de que la gente cumplirá con la tradición y habrá muy buena afluencia de público», asegura su presidente, Manel Llorens.

Clásico recorrido

La peregrinación de animales, en la que decenas de caballos y otros cientos de mascotas tomarán las calles unos minutos, comenzará mañana a las 19.30 horas y tendrá como punto neurálgico la sede de Els Lluïsos, en la plaza Mossén Ballester. El recorrido partirá de ahí y discurrirá por la avenida la Murà, Pío XII, Cardenal Tarancón, Arrabal del Carmen, Mayor Santo Domingo, plaza Mayor, plaza de la Vila, Mayor San Jaime y Pere III, para volver al punto inicial, donde la bendición precederá al reparto de los rollos entre los participantes. Tampoco faltará la tradicional hoguera.

La celebración se trasladará el viernes a la ermita de la Mare de Déu de Gràcia. Allí hay un altar dedicado a Sant Antoni, con la curiosidad que desde 1483 está documentada la presencia en una de las cuevas del ermitorio de un fraile del patrón de los animales, que posiblemente dio origen a la devoción al santo que existe en Vila-real. Así, el viernes, a las 13.00 horas, tendrá lugar la misa y el clásico reparto de panecillos en la ermita, que organiza la Concejalía de Tradiciones. En total, repartirán unos 1.300 panecillos, de los cuales 50 son sin gluten, tanto entre los asistentes a la fiesta como entre los usuarios de las residencias de ancianos.