Las ciudades de Vila-real y Almassora irán de la mano para desarrollar un proyecto de gestión del Bien de Interés Cultural (BIC) del puente medieval de Santa Quitèria, que une ambas poblaciones sobre el río Millars. El alcalde de Vila-real, José Benlloch; y su homóloga de Almassora, Merche Galí, han acordado colaborar para presentar un programa coordinado y optar a las subvenciones orientadas a financiar planes directores de gestión de BIC y que convoca la Generalitat.

«El Millars y el puente de Santa Quitèria son un entorno único que debe ser un espacio de oportunidades. Pero las áreas protegidas no pueden ser urnas de cristal ni podemos vivir de espaldas a ellas. En una nueva línea estratégica, la Administración autonómica empieza a solicitar documentos de planificación estratégica, lanzando esta nueva línea de ayudas por la que felicitamos a la Dirección General de Cultura, que facilitará también los procesos de gestión ante la Unión Europea», valora Benlloch.

UNIDAD DE ACCIÓN // En la misma línea, Galí destaca la importancia de trabajar conjuntamente para «abrir el entorno a la ciudadanía». Al respecto, hace hincapié en que el cauce del río y la zona que lo rodea «es uno de los espacios más apreciados en Almassora, aunque a veces no hemos sabido aprovechar todo el potencial de este paraje. Queremos que nuestra ciudad mire hacia el Millars, poner en valor y dar a conocer a la ciudadanía esta zona de gran valor ecológico, cultural y emocional, haciendo compatibles los usos deportivos, sociales o culturales con la necesaria protección del medio ambiente», señala la alcaldesa de Almassora, quien puntualiza que el proyecto se enmarca en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI) de la localidad, que está financiado en parte con fondos de la Unión Europea.

En el caso de Vila-real, el desarrollo del plan director para el Bien de Interés Cultural del puente de Santa Quitèria busca dar respuesta a la convivencia en la zona de usos residenciales de bajo impacto y la industria existente muy próxima a allí.

«Esta es una oportunidad para elaborar por primera vez un documento que permita avanzar hacia la regeneración del entorno del río, básicamente en la zona del Molí Nou, que hay que regularizar para garantizar estándares de calidad en los usos residenciales ya consolidados», explica el alcalde, José Benlloch.