Un total de 22 presidentes, más de 150 síndicos, más de 200 trabajadores, más de 1.000 peones y operarios y unos 20.000 comuneros. Estos son solo algunos de los datos que resumen los 150 años de existencia de la Comunitat de Regants de Vila-real, creada a finales de 1869 conforme a la primera Ley de Aguas. Efeméride que la entidad celebró ayer con un acto íntimo en la Casa de l’Assut, en el paraje del Termet, al que asistieron unas 50 personas El presidente de la entidad, Pasqual Broch, recordó a todos aquellos que, incluso en momentos convulsos como guerras, epidemias, heladas, sequías o crisis económicas, han mantenido a flote la sociedad de regantes.

De cara al futuro, el máximo responsable del colectivo auguró que «los próximos conflictos vendrán por el dominio del agua. La cantidad y su reparto, la calidad y su conservación serán los causantes de futuros enfrentamientos» y apuntilló que el agua debe ser «apolítica, justa y de todos».

Una cita a la que asistieron la diputada de Cultura, Ruth Sanz; el director general de Agricultura, Rogelio Llanes; el secretario autonómico de Agricultura y Desarrolo Rural, Francisco Rodríguez Mulero y, el alcalde de Vila-real, José Benlloch, además de presidentes y personalidades del mundo del riego de la provincia.

En su intervención, Sanz anunció que la Diputación aportará, mediante un convenio, 40.000 euros en 2020 para restaurar las pinturas del salón de la sede de la Comunitat de Regants. Por su parte, Benlloch entregó un detalle a Broch en reconocimiento al «trabajo constante» del organismo en beneficio de «la población y de los cultivos».