La consellera de Sanidad, Ana Barceló, visitó ayer el Hospital Universitario de la Plana de Vila-real y no hizo ningún anuncio sobre carencias pendientes sanitarias en la ciudad, como la situación del ambulatorio de Torrehermosa.

Sobre el reivindicado centro de salud, el alcalde, José Benlloch, reclamó su reapertura e indicó que «es una necesidad. Prestaba un servicio muy importante para la gente más mayor y en una zona muy despoblada de la ciudad». Asimismo, dijo que «será realidad más pronto que tarde, ya que la Conselleria mostró voluntad de trabajar en ello».

Al respecto, Barceló comentó que tiene una «reunión pendiente» con el munícipe, a pesar de coincidir ayer, para «abordar este tema, desde antes de las elecciones, y buscar una solución».

INSTALACIONES // Pero el motivo principal de la presencia de la titular autonómica de Sanidad fue conocer los paritorios del hospital, de los que destacó la «humanización asistencial para las mujeres». La comitiva conoció las cinco salas de nacimiento, que integran los procesos de dilatación y parto en espacios únicos. Su estreno fue en abril y ofrecen «intimidad, seguridad clínica y calidez», según resaltaron fuentes del departamento de salud.

Dos de las habitaciones cuentan con una bañera especial para poder utilizar el agua en algún momento del proceso, una de ellas adaptada a personas con una movilidad reducida.

Con un presupuesto cercano a los 190.000 euros, crearon salas de 20 metros cuadrados que, para la consellera, «consiguen naturalizar el nacimiento». Tanto es así que el centro registra la menor tasa de cesáreas de la Comunitat, con un 14%, y un elevado porcentaje de lactancia que llega hasta el 83% de los casos.

El gerente del área de Salud, Miquel Rovira, destacó la importancia de las instalaciones: «Somos elegidos por muchas mujeres de fuera para parir aquí».