Si el pasado domingo Vila-real se convirtió en la capital provincial de los bombos y tambores, con la espectacular tamborrada que reunió a medio millar de cofrades de diferentes municipios castellonenses, la ciudad volvió a transformarse en centro destacado de las celebraciones previas a la Semana Santa, con la espectacular Trobada de Guàrdies Romanes i Armats, en la que se dieron cita un centenar de personas, ataviadas con sus respectivos trajes, procedentes de Manresa y Xàtiva, además de los de Vila-real.

La Casa dels Mundina sirvió como cuartel general de estos personajes basados en los guerreros de la antigua Roma, aquellos que custodiaron y llevaron hasta la cruz a Jesús de Nazaret. Y de allí salieron los pelotones y escuadrones militares para desfilar por las calles del centro de la ciudad y pasar frente a la basílica de Sant Pasqual y seguir por Ignasi Vergara; avenidas Francesc Tàrrega, la Murà y Pius XII; Josep Ramon Batalla; Raval del Carme y Major Sant Doménec hasta llegar finalmente a la plaza Major.

En el recorrido no faltaron las paradas de los soldados romanos frente al templo sampascualino, la capilla de la Sang --ubicada bajo el edificio de la Congregació de Lluïsos-- hasta llegar a la céntrica ágora, donde los colectivos de los Armats de Manresa y las guardias romanas de las cofradías del Sant Sepulcre de Xàtiva y de la Puríssíma Sang de Vila-real exhibieron sus mejores galas y representaron escenas en un encuentro que generó gran expectación.

La espectacularidad de las vestimentas y la originalidad de las escenificaciones generaron, incluso, momentos de emoción, tanto entre los participantes como entre los espectadores. De hecho, la cita fue la guinda a unas actividades previas al inicio de la celebración de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo de alto nivel en la fiesta vila-realense, que en el 2010 se estrenó como de Interés Turístico Provincial.

ACTIVIDAD

Por otra parte, los judios vila-realenses también se preparan para trasladarse el próximo sábado, 23 de marzo, hasta la localidad zaragozana de Torrehermosa --lugar donde nació Sant Pasqual--, con el objetivo de estar presentes en un concurrido vía crucis en el que suelen participar unos 150 vila-realenses. Esta es una peregrinación que, organizada también por la cofradía de la Puríssima Sang, cumple su décimo aniversario, de modo que se espera la asistencia de autoridades políticas y religiosas.