La presencia de la Guardia Real en la provincia no ha sido bien recibida por los ediles de Compromís en diferentes municipios castellonenses. Pese a ello, no en todos se ha generado un debate entre formaciones que comparten labores de gobierno. En el caso de Vila-real, esta no es la primera vez en la que decisiones lideradas por el alcalde, el socialista José Benlloch, son reprobadas por sus compañeros de gobierno pero el tono del debate crece a medida que se acerca la llegada de las elecciones.

El pasado viernes, el primer edil manifestó respecto a los nacionalistas que «ya hace tiempo que estoy preocupado por su deriva, no sabemos qué son». Y matizó, «aunque coincidimos en el 90% del proyecto de ciudad, parece que tienen muy presentes los comicios del 2019 y la carrera con Podem pero, lamentablemente, pagarán caro este posicionamiento». «En las poblaciones están desorientados, unos a favor del parany y los bous al carrer, otros en contra...».

RESPUESTA // La contestación de Compromís per Vila-real no se hizo esperar. En un comunicado remitido ayer criticaron que «resulta realmente preocupante la deriva autoritaria de Benlloch, que considera que o estás con él o estás contra él y no acepta la diversidad de opiniones». «Somos es el único de los cuatro partidos con representación institucional en la localidad que ha dejado clara su postura ante cuestiones que le afectan, como la futura ubicación del pabellón polideportivo Campió Llorens o la imposición de la Jura de Bandera del pasado mes de octubre», añadieron.

Y concluyeron: «Si ello representa una pérdida de votos o nos pasa factura en las elecciones no debería ser asunto del alcalde, que en lugar de hablar de la ideología o de la situación de otros grupos, debería mirar al suyo».