Vila-real empieza a respirar los aires previos a la celebración de la Semana Santa. Y lo hizo ayer con la representación de una nueva edición de Sons i estampes de la Passió, un certamen que, además de tener un carácter benéfico --la recaudación se destina este año a la fundación Ateneu, de atención a afectados por daño cerebral adquirido-- adopta la forma de memorial dedicado a Iván Mechor, quien fuera integrante de la entidad organizadora, la Agrupación Musical Virgen de Gracia.

A la música de las cornetas y tambores de este colectivo se sumaron las diversas escenificaciones de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo que protagonizaron los actores del grupo Tabola. Y también estuvo presente la guardia romana de la histórica cofradía de la Puríssima Sang que, cada Viernes Santo, custodia el Cristo Yacente de José Ortells, durante la procesión.