Incierto. Este es el calificativo con el que desde el equipo de gobierno de Vila-real que lidera el socialista José Benlloch se define el futuro del polígono industrial de la carretera de Onda, al menos, en lo relativo al desarrollo de todas las unidades de ejecución con que se divide esta macroactuación urbanística, que abarca casi tres millones de metros cuadrados de superficie y que, desde hace unos seis años, está completamente paralizada.

Y es que la negativa, tanto del anterior ejecutivo local del PP como del actual de PSPV-Compromís, a aprobar la retasación de los costes de urbanización reclamada por la mercantil urbanizadora, que supondría un incremento de un 20% en las cuotas a abonar por los propietarios de terrenos, ha llevado a una situación de indefinición y completo estancamiento el desarrollo de esta estratégica área industrial.

Así lo ha señalado a Mediterráneo el concejal de Territorio, Emilio Obiol, quien considera que la salida a esta paralización tiene “difícil solución, porque desde un principio se trata de un programa mal planteado, con una cuarentena de unidades de ejecución en un único proyecto, algo que, visto con seriedad, es imposible de completar”.

Obiol explica que, pese a tratarse de un plan urbanístico que en la actualidad no tiene visos de desbloquearse, “se han ensayado diferentes fórmulas para intentar darle una salida, aunque ninguna de ellas ha tenido éxito”. En este sentido, explica que, incluso, “se ha intentado buscar un sustituto de agente urbanizador, pero no ha habido manera”.

Se habla, además, de que se ofreció traspasar los derechos de desarrollo de los tres millones de metros cuadrados de la zona industrial que se reparte a ambos lados de la carretera de Onda, entre la autopista AP-7 y el límite con el término municipal de Onda. Un traspaso que se ofertó, en principio, por unos 26 millones de euros y que después se ha reducido considerablemente. Aun así, nadie parece interesado en asumir una urbanización de estas características con la crisis inmobiliaria como telón de fondo.

Aun con todo, el propio alcalde Benlloch mantiene su intención de priorizar la ocupación de naves ahora vacías en este área por empresas de nueva implantación. H