El incivismo de algunos individuos viene quedando patente desde hace un tiempo en el paraje vila-realense del Termet. Y a ello se suman acciones vandálicas que, como ejemplo, dejaron ayer la imagen de varios contenedores volcados y las basuras que contenían esparcidas en la zona de la pinada ubicada en el margen izquierdo del Camí de l’Ermita, en dirección al puente del Millars.

La concejala delegada de este espacio natural y etnológico, Rosario Royo, confirma a Mediterráneo la existencia «de un grupo de gamberros que se dedican a realizar acciones de este tipo durante los últimos fines de semana». Un gamberrismo que incluso afecta de forma importante a los lavabos ubicados en la zona.

«Mucha gente no se da cuenta de lo especial que es este paraje y de la necesidad de respetarlo y cuidarlo al máximo, así como también de que cualquier desperfecto que haya lo pagamos todos los ciudadanos», señala Royo.

Es por ello que la edila del Termet adelanta que se instalarán en diferentes puntos de este espacio una serie de carteles en los que se reclama que se cuide del mismo. «Lo único que reclamamos a todos los usuarios es que tengan el máximo civismo, porque ya no sabemos qué campañas hacer más para que la gente entienda de la importancia de preservar este área», asevera.

Y es que, aunque los actos vandálicos son la tónica de las últimas semanas, de manera especial, los sábados y domingos por la noche, a lo largo y ancho del paraje no es nada difícil encontrar todo tipo de restos de cenas o celebraciones, como cumpleaños. Vasos y bolsas de plástico, tiras de papel de fiesta, platos de usar y tirar e, incluso, cacas de perro en pleno circuito de running suelen ser la consecuencia del paso de cientos de personas por el Termet, fundamentalmente, durante los fines de semana.