Los ciudadanos de Vila-real homenajearon ayer, un año más, a la Puríssima del Poble, declarada como patrona del consistorio. Una fiesta que recuperó hace unos años la Concejalía de Tradiciones, liderada por el edil Pasqual Batalla, a propuesta de las entidades religiosas locales.

La imagen partió a primera hora de la capilla del Cristo del Hospital para pasar por el ayuntamiento --donde su unieron a la comitiva los concejales del mismo-- en su camino hacia la iglesia arciprestal, donde se celebró una misa y posterior procesión claustral, antes de que la Puríssima del Poble regresara al Museu del Pouet de Sant Pasqual, donde reside durante todo el año.

«Esta es una fiesta que tuvo mucha fuerza pero que después quedó el olvido y hay que potenciar», aseveró el concejal Batalla.