Una degustación de récord. Unos 900 comensales, un centenar más que el pasado 2016, disfrutaron ayer del intenso sabor de la olla de la Plana. Fue en la octava edición del concurso enmarcado en las Jornades Gastronòmiques Mengem a Vila-real, celebrado en la céntrica plaza de la Vila.

Una cita con carácter solidario, ya que el dinero recaudado (a euro la olleta para comer los guisos) va destinado a la Fundación Mantial, cumpliendo con la costumbre de donar los fondos cada convocatoria a una entidad.

Los ingredientes del éxito, los de siempre: nabo, acelga, cebolla, judías verdes, zanahoria, patatas, alubias secas, tomates, calabaza dulce, col, arroz, pimentón dulce, aceite, sal y azafrán. Pero como dice el dicho, cada maestrillo tiene su librillo, y los participantes hicieron sus creaciones con su toque personal, cumpliendo escrupulosamente las bases del certamen culinario de la localidad.

Entre los alicientes, una olla de cobre con más de 100 años que a bien seguro ofreció sensaciones inolvidables para los que probaron lo elaborado en su interior.

Consolidado evento

El tradicional plato fue, por tanto, la estrella en un consolidado evento impulsado desde la Concejalía de Economía y la Asociación Gastronómica de Vila-real, cuyo presidente, Ximo Abril, destaca la «gran motivación de los participantes y la elevada respuesta de los vecinos».

El torneo a la mejor olla, trofeo que darán próximamente, reunió a parte de los 15 restaurantes participantes en las jornadas y tuvo entre el jurado al estrella Michelin Miguel Barrera.