La corporación municipal de Vila-real aprobará, en el transcurso del pleno ordinario del mes de enero, a celebrar el próximo martes, la creación de la comisión informativa especial que anunció el pasado mes de septiembre el alcalde, José Benlloch, para elaborar una nueva normativa que garantice la convivencia de las peñas con el derecho al descanso de los residentes de zonas como la del centro de la ciudad, con una importante concentración de casals, algunos con actividad no solo a lo largo del periodo de fiestas patronales, sino durante todo el año.

El organismo estará formado por 13 representantes de los grupos políticos con representación en el consistorio, de manera proporcional a su presencia en el pleno, a la vez que invitarán también a asistir a las reuniones a integrantes de la Federació de Veïns de Vila-real y de colectivos festeros, como la Junta de Festes o la Comissió de Penyes.

Al respecto, el edil del área, Diego Vila, explica que el secretario del Ayuntamiento informó de que el ente «solo podía estar formado por ediles por cuestiones legales, aunque también participarán las asociaciones que sean necesarias, que manifestarán sus demandas y opiniones, aunque no tendrán derecho a voto».

Pese a lo hablado en el último encuentro, que marcó las líneas a seguir, con presencia de responsables de los partidos y de los colectivos afectados, el concejal popular Alejo Font de Mora insiste en que «es fundamental que los principales actores estén en la comisión y, sobre todo, que sea una herramienta eficaz y no un montaje para que el alcalde se haga más fotos». Y añade el edil: «De nada sirve que se cree un órgano si los protagonistas no pueden aportar su punto de vista».

Una opinión que, desde el ejecutivo local, reiteran que sí que podrían hacer llegar a los miembros del comité, pese a que legalmente no pueden votar las propuestas que formulen.

«PARTE FUNDAMENTAL» // Por su parte, el alcalde Benlloch señala que «las peñas son parte fundamental de la esencia de Vila-real, motor de la fiesta y también de hermandad entre vecinos, de actividades deportivas, culturales y solidarias», pero no pueden obviar que «en los últimos años se están multiplicando las quejas ciudadanas por molestias generadas en los casals, tanto en fiestas como durante todo el año».

Una situación que, para el munícipe, requiere una nueva normativa que la regule. «Tenemos que ser capaces, entre todos, de garantizar el equilibrio necesario entre la diversión y el descanso, porque solo así podremos asegurar también el futuro de las peñas», afirma, a la vez que reclama el «máximo consenso».