El Centre de Congressos, Fires i Trobades de Vila-real acoge este fin de semana la Fira d’Antiguitats i Brocanters con piezas únicas. En este sentido, el organizador del evento, Josep Delcort, destacó una parada con los teléfonos fabricados en los inicios. «Incluso hay uno que nos han dicho que fue el primero. La pieza valía mucho dinero antes, ahora algo menos, pero es algo muy valioso», dijo. Con todo, no faltan otras piezas como cerámica, textil «que gusta mucho», pinturas o libros.

La afluencia de público fue ayer un goteo constante sin aglomeraciones. «Aquí hay mucho coleccionista, hemos pasado una época algo complicada pero ahora parece que vamos a mejor y, entonces sí, hay gente muy compradora y coleccionista», afirmó Delcort, que añadió que uno de los objetivos es conseguir atraer al público más joven, «que es el futuro», a este tipo de eventos, ya que todavía no se ha completado un relevo generacional. «Cuesta pero va despacio aunque el vintage y la temática retro que vuelve, les va gustando; la renovación se va haciendo, poco a poco», manifestó.

Cerca de una veintena de expositores llegados, especialmente de la Comunitat Valenciana pero también de Cataluña, participaron en la segunda edición del evento este año --la anterior fue en primavera-- en la localidad aunque unas semanas después de lo que venía siendo habitual. «Nos hace incluso más ilusión que sea en estas fechas por la proximidad a la Navidad. Nunca había estado tan cerca en el calendario y esperamos que sea un éxito», aseguró el organizador.

Muchos de los comerciantes asisten a esta cita desde su primera edición pero también los hay que se estrenan. De hecho, el responsable de la feria explicó que los días previos recibieron la llamada de un vendedor de piezas de coleccionismo que quería probar en Vila-real. «Vamos variando, como todo el comercio», dijo.