La unanimidad marcó ayer la aprobación del único punto del orden del día del pleno que se convocó de manera extraordinaria para aprobar la inclusión de las obras de mejora de la calzada de tres caminos rurales --Vell de Vila-real a Borriana, Vora Riu (en la zona del Termet) y Sedeny de Pinella--, que supondrán una inversión total de 78.978 euros, de los que 36.000 euros los aportará la Diputación de Castellón, en el marco de los Planes Provinciales de Obras y Servicios (Poys) del 2016.

Una unanimidad que no estuvo exenta de críticas cruzadas entre el equipo de gobierno (PSPV y Compromís), Ciudadanos (C’s) y el PP, respecto a lo que, a excepción de los populares, el resto de grupos políticos calificaron de “trato discriminatorio” de la institución provincial hacia Vila-real y otros siete municipios de más de 20.000 habitantes que en las bases aprobadas en enero quedaron excluidos de los Poys.

El alcalde, José Benlloch, advirtió que sigue en pie el recurso judicial contra estas bases. Un proceso en el que “ustedes --dirigiéndose al portavoz popular, Héctor Folgado--, los señores del PP, van a quedar en ridículo en un tiempo, porque los tribunales nos van a dar la razón”. Y añadió: “A Vila-real llegarán solo 36.000 euros y el PP está diciendo que hagamos una fiesta para dar las gracias al señor Moliner”.

Por su parte, Folgado insistió en que la cifra supone un 31% más de la cantidad aportada por la Diputación en el 2015 y defendió la actuación de los populares en la institución provincial.

Pasqual Batalla (Compromís) calificó de “vergüenza” que la ciudad reciba únicamente 75 céntimos de euros por habitante. Una crítica sobre la “discriminación” a la que se sumó también Domingo Vicent (C’s). H