Operarios del departamento de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Vila-real iniciaron este lunes el proceso de tala total de los cinco olmos que, hasta ahora, existían en la zona ajardinada de uno de los laterales de la plaza del Llaurador. El motivo no es otro que, como aseguró a Mediterráneo el concejal del área, Francisco Valverde, «garantizar la seguridad de las personas».

Y es que estos ejemplares arbóreos ya han protagonizado diferentes episodios de caídas de grandes ramas que incluso llegaron a causar heridas de carácter leve a una mujer hace unos meses. Y uno de ellos se derrumbó hace escasas semanas, originando serios daños a uno de los vehículos estacionados allí.

«Cuando retiramos el olmo caído, vimos que, inicialmente, el tronco no presentaba un mal estado, pero cuando procedimos a arrancarlo en su totalidad comprobamos que las raíces estaban muy dañadas, lo que motivó el percance», explica Valverde.

Tras las averiguaciones y los análisis realizados por técnicos de la Conselleria de Medio Ambiente, desde el departamento de Servicios Públicos se ha decidido eliminar «un riesgo real» con el arrancado de todos los ejemplares de este tipo que, inmediatamente, se sustituyen por los de otra especie. «Para el equipo de gobierno lo primero es la seguridad de los vecinos y la única manera de acabar con una amenaza potencial era talar los olmos que, pese a que a simple vista están frondosos, tienen un déficit en el enraizamiento que representa un peligro», asevera el edil.