Que el lunes de fiestas patronales de Vila-real está claramente marcado por la Xulla es obvio, como también lo es que el programa de actos va más allá de esta peculiar cita gastronómica.

Lo cierto es que ayer no faltaron las vaquillas, los juegos infantiles o encuentros deportivos, aunque, de nuevo, las miradas se dirigieron a dos de las citas ineludibles en estos festejos, como son la Pujada al Campanar y la Trobada de Gràcies, evento este en el que se dieron cita una decena de mujeres que llevan por nombre el de la patrona en cuyo honor Vila-real desarrolla, desde el pasado viernes, estas celebraciones.

En cuanto a la Pujada al Campanar, el acto se ha consolidado de manera evidente en el calendario festivo, tanto de mayo como de septiembre, de manera que cuenta con una gran aceptación por parte de la ciudadanía. Tanto es así que, a lo largo de la jornada de ayer fueron unas 400 las personas que se decidieron a superar los 175 peldaños que separan la base de la torre de su punto accesible más alto. Familias al completo con niños de todas las edades, gente mayor con ganas de reencontrarse con una espectacular vista de la ciudad y grupos de amigos y peñistas.

Una subida al campanario ubicado junto a la iglesia arciprestal que también quisieron repetir la reina de las fiestas del 2017, Verónica Fortuño, y las damas de su corte, así como también varios ediles de la corporación municipal de Vila-real, entre ellos Javier Serralvo y Xavier Ochando.