El Ayuntamiento de Vila-real pondrá toda la carne en el asador para intentar que la Conselleria de Educación reconsidere su postura de suprimir la línea de Infantil del colegio concertado Bisbe Pont. Ayer, la junta de portavoces aprobó, con la unanimidad de los cuatro partidos con representación municipal, un documento en el que reclaman al departamento que lidera Vicent Marzà que revise el expediente de eliminación del aula de tres años del centro para el próximo curso.

Asimismo, el documento muestra el apoyo de la corporación a las alegaciones presentadas por el Consell Escolar Municipal, que piden reducir la ratio por clase en la ciudad de 25 a 22 alumnos y defienden las particularidades sociales de las instalaciones. Creadas en el 1967 por mosén Guillermo Sanchis en un barrio de tradición trabajadora, el Bisbe Pont todavía tiene hoy en día un 30% de alumnado de compensatoria y un 35% de extranjeros.

CONTACTOS // En paralelo a la presentación del argumentario, los miembros del equipo de gobierno también han intensificado los contactos con los principales responsables de la Conselleria para tratar de convencerles de que lo que dicen las estadísticas --que solo hay once alumnos matriculados para una aula-- no tiene en cuenta la realidad interior de esta escuela concertada. El alcalde, José Benlloch, afirmó que “intentaremos convencer a los responsables autonómicos con seriedad y razones de peso, que las tenemos”. El munícipe indicó que la respuesta definitiva del Consell sobre esta petición “debe llegar en un mes como mucho”. H