La proximidad del final de las fiestas con las que Vila-real honra a su patrona no supone merma alguna en las ganas de disfrutar de unas celebraciones que, por el momento, están registrando una participación muy importante, especialmente en actos como conciertos, orquestas o citas gastronómicas, como es el caso de la multitudinaria cena de tombet de bou o los concurso de paellas y empedrats.

Precisamente anoche tuvo lugar el último de estos eventos que combinan el aspecto lúdico con el culinario. Y es que la plaza del Llaurador acogió la 15ª edición del Sopar de Germanor per a Veïns i Veïnes, al que se sumaron en esta ocasión más de 2.200 ciudadanos, mayoritariamente vinculados a entidades vecinales, pero también de particulares y miembros de asociaciones culturales, cívicas y sociales.

Míriam Caravaca, concejala responsable del área de Participación Ciudadana, desde la que se organiza esta cena de hermandad junto a la Federació d’Associacions de Veïns de Vila-real, mostró su satisfacción «porque este es un acto que goza de una muy buena acogida, ya que la gente responde muy bien».

Los asistentes portaron su propia cena ya fuera en forma de bocadillo como de guiso, si bien desde la organización se facilitó la bebida y picoteo. Además, la Concejalía que encabeza Caravaca financió la orquesta Kraken.

DIVERSIÓN // Las peñas tampoco cesan en sus ganas de diversión y aprovecharon la tarde de ayer para caracterizarse con los disfraces más variados en la cita que organizó la Comissió de Penyes en el recinto de la Fira Gastronòmica, en el marco de un tardeo. Y en los casals y las calles tampoco faltaron decenas de discomóviles, grupos musicales o, incluso, una fiesta de la Movida madrileña frente a Tejemaneje Bar, en la que pincharon los dj’s Esteban Mañanos, Brizboy y Vicent Añó.

Por otra parte, la Policía Local tuvo que actuar ayer durante la exhibición de vaquillas de la tarde para sacar del recinto a una mujer con evidentes signos de embriaguez, según apuntaron aficionados que se encontraban en la vila, al no responder a la petición de los voluntarios para garantizar su seguridad.