El Ayuntamiento de Vila-real cierra el lunes la compra de las cinco primeras viviendas del Banc Municipal d’Habitatge que crea el consistorio para dar respuesta a familias que se encuentren en situación de emergencia social.

Se trata de pisos que, como ha explicado en distintas ocasiones el alcalde, José Benlloch, servirán para dar cobijo temporal, a modo de pisos-puente y hasta que se logre una solución definitiva a su problema, a vecinos que vivan casos extremos y pierdan su casa, ya sea por un desahucio o desalojos por cualquier circunstancia.

En total, invierten en la adquisición de estos inmuebles un total de 232.000 euros. En concreto, tres de ellos son propiedad de la Fundación Flors y se ubican en la calle Sant Joan Bosco (suman 62.000 euros), otro es de un particular (está en la calle Pere III y se pagan por él 62.000 euros) y el quinto pertenece a Caixa Rural Vila-real y se emplaza en la plaza Sant Ferran (108.000 euros).

Fuentes municipales explican que todos estos edificios se venden al Ayuntamiento «por un precio inferior al de tasación».

La adquisición de estas cinco casas que empezarán a dar forma al Banc Municipal d’Habitatge de Vila-real viene argumentada en un informe elaborado por los técnicos del departamento de Servicios Sociales, con el concejal Álvaro Escorihuela al frente.

ALTERNATIVA // En el documento se señala que se trata de «viviendas como alternativa residencial de carácter temporal, que permitan prestar una correcta atención social a las personas afectadas por desahucios y paliar las graves consecuencias personales que ello genera. La pérdida de la vivienda es una constante en las familias más vulnerables y la dificultad de acceso a pisos de alquiler sigue incrementándose, tanto por el precio de mercado de la misma como por las carencias de inmuebles de este tipo».

En el documento elaborado por Servicios Sociales insisten en que «las respuestas actuales ante situaciones de estas características, con alojamientos en hospedajes colectivos --como hostales o pensiones-- no es adecuado ni sostenible, por lo que se hace necesario plantear la puesta a disposición de estas familias un hogar temporal que permita disponer de un periodo de tiempo para buscar una alternativa residencial a medio plazo en el mercado».

Como adelantó Mediterráneo el pasado mes de marzo, el alcalde, José Benlloch, destacó que «en la gran mayoría de los casos de emergencia que se atienden desde el departamento de Servicios Sociales hay niños afectados, de manera que lo mejor es intentar que no se alejen mucho del lugar en el que residían, para que continúen teniendo el colegio cerca», afirma el primer edil.

Es por ello que desde el consistorio han optado por adquirir los inmuebles en diferentes puntos de la ciudad, que tengan centros educativos muy próximos.