Arte libre y sin fronteras es lo que ayer practicaron en Vila-real una veintena de grafiteros llegados de diferentes municipios de la provincia de Castellón y también de las de Valencia y Tarragona. La pared exterior trasera que rodea el patio anexo al Centre de Congressos, Fires i Trobades (antes Casal de Festes) fue, un año más, el lugar elegido para que estos artistas plasmaran su arte urbano en el marco de la iniciativa Esprai, que incluye diferentes actividades relacionadas con esta moda y que acaba con el concurso para elegir el que será autor del nuevo mural que decorará, en los próximos meses, otra pared de la ciudad.

“Año tras año, esta idea que se lanzó desde la Concejalía de Juventud --con esta, ya son cuatro convocatorias-- va cogiendo prestigio y eso nos satisface enormemente”, explica el edil del área, Xavier Ochando, quien añade que “buena parte del éxito se debe a que las bases y la configuración de este concurso se realizan contando con la participación de los propios grafiteros, que son quienes saben realmente sus necesidades”.

CAMBIO // Ochando destaca que Esprai va más allá de un concurso dirigido exclusivamente a los artistas urbanos. “No se trata solo de facilitar un espacio abierto a estos jóvenes sino que también se apuesta por revitalizar los barrios, decorando paredes deslustradas con auténticas obras de arte”, explica el edil de Juventud.

“Esa ayuda a mantener limpia la ciudad, facilitando lugares a los grafiteros en los que expresar su arte ha promovido un cambio radical en la manera de ver a este colectivo por parte de la sociedad”, dice.

“Ahora, y tras varios años impulsando esta iniciativa, ya son los propios vecinos quienes ponen a nuestra disposición muros para decorarlos e, incluso, los colegios solicitan realizar algún taller dirigido por un grafitero que, después, permite a los escolares participar en la creación de un mural en su propio centro escolar”, asevera satisfecho Ochando. H