No sé cuántas veces he pensado que la obsesión del presidente del Villarral por cambiar horarios, acelerar los tiempos para que salga un avión o mover Roma con Santiago para que en una habitación de un hotel le plantaran una pantalla con la intención de ver por Internet un partido de su filial o un juvenil era casi enfermiza. Incluso cuando se retrasó en una reunión de LaLiga para estar presente en un partido del alevín. Si les soy sincero, pensaba que se le iba un poco la pinza.

¿Llaneza? Creo que la obsesión del vicepresidente se me antojaba hasta cansina. No conozco ningún dirigente que ame tanto el fútbol base como él. A veces esa pasión se convierte en casi extrema. ¿Y cuánta gente la habrá sufrido? Es una locura. Ahora Llaneza, que no era un nativo digital precisamente, se ha puesto a la última para seguir en su móvil todos los resultados de forma sincrónica y ya hasta visiona partidos de la base en su móvil.

¿Fernando Roig Negueroles? ¡Peor! A veces roza el fanatismo. Es de locura porque apostar con él por algo relacionado con la cantera amarilla en los últimos 20 años es perder al 99%. Sí, les confieso que a veces pensaba que tiene alma de ultra. Los malabarismos que hace para cuadrar la agenda de competicion del primer equipo con los partidos como local de la base, les aseguro, que es una muestra que hace lo que dice, y dice lo que piensa sin postureo alguno.

El viernes escuché una frase genial de Pau Francisco Torres. Merece ser puesta en los sobres de café de la Ciudad Deportiva de Miralcamp: «Soy el fruto del sueño de cantera de los Roig y Llaneza». No conocía personalmente a Pau, solo le había visto jugar en inferiores. Mi primera conversación con él data de julio, en la concentración de Bad Häring en el corazón del Tirol. Me dejó algo más que una grata sensación y los que me conocen saben que no soy de los que alimentan el idolotrismo por nadie, más bien todo lo contrario soy demasiado frio y cauto para ello. Hoy les digo que Pau será fijo con la Roja y creo que su progresión será tan imparable que, desgraciadamente, no cumplirá su contrato en el Villarreal. Es uno de los mejores centrales que he visto con la camiseta amarilla y solo recuerdo a Quique Álvarez con tanta claridad paras sacar el balón desde atrás, con la diferencia de que las cualidades físicas del de Vila-real son infinitamente superiores a las del hoy segundo de Calleja en el primer equipo. Lo tiene todo para ser un jugador al nivel de Rodri, otro de los mejores que he visto con la camiseta grogueta.

Sí, Pau es el sueño de Roig, igual que Cazorla, Chukwueze, Quintillá, Trigueros, Mario, Morlanes, Gerard... y muchos que vienen por detrás, cuyos nombres dejo para que los pongan Roig, Negueroles y Llaneza.

El Villarreal tiene una no, dos ciudades deportivas de primerísimo nivel. Una de las mejores estructuras de un club de Europa. Roig va a construir un nuevo campo de fútbol en Miralcamp. Si uno se mete en los intestinos de los dos edificios de Miralcamp se quedaría sorprendido de las infraestructuras en cuanto a recursos para la rehabilitación y recuperación, y con más medios para el trabajo de los medicos que algún centro de salud. Ni Real Madrid ni FC Barcelona.

Internacionales en todas las categorías inferiores de la Roja y un sinfín de jugadores salidos de su base repartidos por las tres primerasa categorias del fútbol español. Y ahora también en varias ligas europeas.

Robert Moreno, seleccionador español, explicaba que uno de los motivos por los que el Villarreal era el club que más jugadores tenía en la lista, no era otro que ser el que disponía de mas futbolistas para ser seleccionables. En Pamplona de 18, 13 eran nacionales. Y creo que el número irá creciendo.

La generación que viene por detrás promete, y mucho. Y Roig ha logrado que su proyecto ya no dependa del mecenazgo de su patrimonio personal. Ahora vive de la buena gestión económica y deportiva del cerebro gris del club: Negueroles.

Pau me hizo ver el viernes, que la locura de los Roig y Llaneza es una mezcla de pasión, amor por lo que hacen y una fe ciega en sus ideas. De otra forma, no se entiende que el presidente con 72 años, dando trabajo a más de 2.000 personas, se levante todos los días para estar al frente de sus empresas y se pase los fines de semana entre campo y campo de fútbol. Sí, quien verdaderamente estaba loco era yo, ya no tengo duda alguna.

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@josellizarraga