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La última entrevista del espía que surgió del frío: John le Carré a tumba abierta

El filme de Errol Morris parte de lo relatado por el autor en su autobiografía 'Volar en círculos' para ahondar en otros aspectos

John Le Carré. EFE

Errol Morris es un documentalista al que no le tiembla el pulso. Ha realizado acercamientos a Steve Bannon, el ideólogo de Donald Trump, y Donald Rumsfeld, secretario de Defensa durante la administración de Bush hijo, así que la derecha estadounidense sabe cómo las gasta. Pero también ha batallado con el Partido Demócrata en uno de sus mejores filmes, ‘Rumores de guerra’, en el que entrevista a Robert S. McNamara, secretario de Defensa de John Kennedy y Lyndon B. Johnson.

Pero lidiar con John le Carré es otra cosa. El exagente británico y novelista, de nombre real David Cornwell, fallecido en diciembre de 2020 y pilar del género de espionaje, mantuvo en vida un calculado secretismo sobre sus experiencias personales y actividades como miembro del servicio de inteligencia británico. Sus novelas hablaban por él, ya que es sabido en que personajes reales se había inspirado para algunas de sus ficciones. 

Pero poco se sabía del Le Carré íntimo hasta que publicó sus memorias en 2016, ‘The tunnel pigeon’, que aquí se publicó como ‘Volar en círculos’. Este es, consecuentemente, el título del documental en España (‘Volar en círculos, de John le Carré’ para ser más exactos), ya que el filme de Morris parte de lo relatado por el autor en esta autobiografía para ahondar en otros aspectos. 

El documental de Apple coincide con la salida de ‘Un espía privado’, compilación de cartas que Le Carré escribió a Graham Greene, Philip Roth, John Cheever, Ian McEwan, William Burroughs, John Banville, Margaret Thatcher, Alec Guinnes, Pierce Brosnan, John Boorman, editores, familiares, amistades, periodistas y compañeros del servicio secreto.

Es una película fascinante porque así lo es el autor de ‘La casa Rusia’, filmado durante la entrevista con estudiados ángulos de cámara e iluminación. Le Carré es tan poderoso hablando –y callando: los silencios valen mucho en este documental– como escribiendo. Morris saca mucho partido a la conversación mezclando la entrevista con fragmentos de películas y series basadas en sus novelas, reconstrucciones dramatizadas y fotografías e imágenes de archivo que incluyen algunas entrevistas televisivas de los 60. 

En una decisión de montaje muy sencilla si se quiere, pero tremendamente efectiva, Morris introduce unos planos de ‘Agente 007 contra el Dr. No’, el primer filme de la serie James Bond, realizado en 1962, antes de reproducir una entrevista en televisión de Le Carré para hablar del éxito instantáneo de su tercera novela, ‘El espía que surgió del frío’, publicada en 1963: dos formas antagónicas de encarar las ficciones de espionajes en plena guerra fría, igual de rentables ambas, ya que Le Carré llegó a vender más ejemplares de sus libros que Ian Fleming, el creador literario de Bond.

 “A veces eres una figura espectral. A veces eres Dios” le dice el escritor al cineasta. Y después asume como suyas unas palabras de Graham Greene: “La infancia es el crédito del escritor”. Y comienza a hablar de su niñez, de la figura ausente de la madre, Olivia –los abandonó cuando él tenía cinco años– y de la relación con su padre, Ronnie Cornwell: “Mi padre era un embaucador y la vida su escenario”. Ronnie estuvo asociado a gánsteres y encarcelado por fraude: “Mi vida fue una sucesión de abrazos y de huidas”, recuerda Le Carré. Su padre llegó a utilizarlo como corredor de dinero fraudulento.

Llegaron después los tiempos de la universidad de Oxford, donde estudió Lenguas Modernas, Eton y el contacto con el servicio secreto. Más abrazos y huidas. Llegados a este punto, admiramos la franqueza con la que el autor de ‘El jardinero fiel’ explica cosas de su vida privada, pero no deja de ser un escritor, un fabulador, de modo que… ¿qué hay de verdad o de licencia en lo que cuenta?

La parte de la infancia es muy interesante, pero aún lo es más cuando realidad y ficción se mezclan en su forma de observar el mundo y su narrativa. “Los grandes dramas ocurrieron antes que el muro de Berlín fuera construido”, comenta en relación con el inicio de la Guerra Fría. “Los dos lados, el Este y el Oeste, inventaron un enemigo que necesitaban, y así se pasó del anti-nazismo al anti-comunismo”, sentencia. Los sentimientos encontrados de rabia, disgusto y empatía ante los acontecimientos darían pie a su novela perfecta, ‘El espía que surgió del frío’.

Es el brillante periodo del personaje imaginario de George Smiley, oficial jefe de The Circus, el máximo órgano del servicio de inteligencia secreto británico, en realidad el MI6. A diferencia del MI5, que se dedica a la seguridad interna, los agentes del MI6 se centran en los análisis en el exterior del Reino Unido

De Smiley asegura Le Carre en el filme que “al escribir sobre él por supuesto que escribo sobre el padre ideal que nunca tuve”. Smiley es el personaje central de ‘Llamada para el muerto’ (1961), ‘Asesinato de calidad’ (1962), ‘El topo’ (1974) y ‘La gente de Smiley’ (1979), y aparece, de forma episódica o más secundaria, en ‘El espía que surgió del frío’, ‘El espejo de los espías’ (1965) y la tardía ‘El legado de los espías’ (2017).

Bill Haydon, el famoso topo de la novela homónima –‘Calderero, sastre, soldado, espía’ en su título original, con excepcional adaptación televisiva de 1979 protagonizada por Sir Alec Guinness– estuvo inspirado en Kim Philby, amigo de Le Carré hasta que se descubrió que era un agente doble. El autor fue por primera vez a Moscú en 1988, el año en que fallecía Philby, y le dijeron que este había sido un gran admirador de sus novelas.

Oxford, Eton, un padre fraudulento, una madre desaparecida, el MI6, amigos traidores, agentes dobles, la gente de Smiley… Para John le Carré, “escribir es un viaje de autodescubrimiento permanente”.

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