Pablo Aguado y Juan Ortega han dado un soplo de aire fresco al mundo de los toros. Justo lo que necesitaba porque el último vendaval tuvo nombre propio en la figura de Roca Rey. Ahora, Aguado y Ortega son dos diestros que todo el mundo quiere ver. Además tienen un corte parecido, con el clasicismo como bandera, de la escuela sevillana, con las más puras esencias del toreo.
Ambos estarán en la Magdalena. Una Feria donde no faltará nadie de entre la flor y nata del escalafón. Por eso también están contratados Daniel Luque, Ginés Marín y Tomás Rufo.
Ginés Marín es un nombre que seguro suena a los aficionados de Castellón porque compartió muchas tardes de novillero con Varea. Carteles de altos vuelos como aquel mano a mano en Zaragoza o la presencia en la Feria de San Isidro. Además tomaron la alternativa el mismo día en Nimes. Ginés pegó un puñetazo encima de la mesa en el mes de octubre en Madrid con su salida a hombros tras bordar el toreo ante un bravo ejemplar con el hierro de Alcurrucén.
Daniel Luque no es de los nuevos, pero se ganó en la plaza su repetición en Magdalena. Compuso una auténtica obra de arte ante un toro de Adolfo Martín premiado con la vuelta al ruedo tras cortarle las dos orejas. Además, la última temporada de Luque, con Carlos Zúñiga como apoderado, ha sido muy importante. Solo le faltó tener más suerte en los sorteos de Sevilla y Madrid para marcar de verdad las diferencias.
Y Tomás Rufo es el alumno aventajado porque fue el último en sumarse al reparto de la tarta tras cortar cuatro orejas en su alternativa en Valladolid 2021. Torero poderoso pero de mano baja, que sabe muy bien lo que lleva entre manos y que bajo la disciplina de la Casa Lozano está llamado a grandes metas.
