l lider del PSOE ya lleva dos visitas a Castellón. Desde los años setenta en que vino Felipe González no mostraban tanto interés por esta plaza. Será que lo vale. Por eso Zapatero celebró un mitin en la Pérgola y anteriormente se reunió con lo más granado de la sociedad. No estaban todos los que son, pero son todos los que estaban. Entre los ausentes, unos no fueron invitados, otros pidieron disculpas por no asistir y algunos escurrieron el bulto.

Zapatero, en el cara a cara de la reunión, fue brillante, aunque más brillantes los fueron sus interlocutores, que plantearon directamente los problemas que afectan a sus áreas. Muy claro José Roca al pedir que los socialistas reconozcan la necesidad del trasvase y se dejen de historias y muy mitinera Encarna Barragán. No era el lugar.

Aunque Zapatero sobrevoló en las respuestas. No concretó, aunque era el marco ideal para dar los detalles de su propuesta política. Los asistentes esperaban una alternativa a la política actual y se encontraron que los planteamientos generales pueden ser asumidos por cualquier color político con sentido común. A lo mejor fue una estrategia para ganarse a ese votante del centro indeciso que tiene la llave de las elecciones.

Ni una palabra sobre la guerra. La gente está preocupada por sus cuestiones. Pla aprovechó la ocasión para pedir inversión al futuro presidente.