La historia se repite. Es como si cuando gobernáramos unos el nivel de exigencia fuese mucho más alto que el reclamado cuando mandan los otros. Puedo comprenderlo e incluso lo prefiero así. Creo que no sabríamos reconocernos en un clima de conformismo y resignación. Aceptamos y deseamos el listón de responsabilidad política y de compromiso ético que se nos quiera imponer. El tripartito que gobierna en Benic ssim nació con esa vocación y así seguirá siendo.

Lo que durante 8 largas y somnolientas anualidades, en ocasiones fue quietud y amodorramiento, ahora ha devenido en frenética puesta a punto de proyectos y obras que despuntan señalando un nuevo horizonte de ambición colectiva. Nuestros "problemas" son ahora de acumulación de iniciativas que irrumpen generando las menos malas de las sensaciones que puede ofrecer un gobierno. Obras, gestión, transformación de la realidad. Algún que otro boicot y la impericia de algún contratista ha generado problemas con algunas obras como las operadas en la Gran Avenida. Pero, atención, en tan sólo unos meses hemos cambiado el sentido de Ferrandis Salvador, derribado el caserón adosado al Torreón, renovado sustancialmente la depuradora para evitar olores, acometido el soterramiento de grandes tramos de alcantarillado y estamos a punto de concluir la mayor operación de encauzamiento de aguas pluviales desde principios de los noventa. Antes de julio habremos desarrollado también un ambicioso plan de pavimentación de calles, amén de la remodelación ya en curso de las viejas vías del ferrocarril (con el arreglo de los tres puentes más conflictivos: Frares, Mohino y la Sequiota).

He citado sólo algunas de las obras más incómodas y difíciles de las que hemos hecho. ¿Por qué? Porque justo son aquellas que han despertado algunas quejas e inquietud entre algunos vecinos de nuestra población. Sentimos las molestias pero, por favor, son las circunstanciales molestias del cambio. Las heridas puntuales de ese nuevo impulso que le vamos a dar a Benic ssim. Pronto llevaremos un año de gobierno y tiempo tendremos de valorar lo vivido, pero no quisiera dejar de anticipar algunas consideraciones. Tales como el clamoroso contraste entre los modelos políticos que ya ha conocido Benic ssim. Cuando gobernaban otros, la actualidad venía marcada por la trifulca, las comisiones de investigación promovidas entre supuestos socios de gobierno y la judicialización de la política. ¿La gestión? Durmiendo y durmiendo el sueño de los justos. Ahora no es que algunos hayan cambiado mucho, pero enfrente hay un gobierno fuerte, capaz y con ideas claras. ¿A qué se dedican en la oposición? A maquinar lo de siempre. La trama de la moción de censura les arrebata el alma. ¿Sólo el alma? Ante la moción, nosotros respondemos cada día con la e-moción del compromiso con la gente y con el proyecto de cambio que representamos. Eso sí que nos e-mociona. Ellos no.