Un nuevo festival internacional se dispone a nacer para continuar fortaleciendo la identidad cultural de nuestro municipio. Se trata del Tránsit 04. Pero antes de relatar las características del mismo, tal vez sea justo recordar lo vivido no hace mucho en relación con el gran festival que ya mundializó nuestra ciudad en los últimos diez años.

En las semanas previstas a la celebración del FIB, quienes ahora mandan en el Ayuntamiento, no dudaron en aprovechar este macrofestival como arma política contra quienes éramos gobierno hasta hace bien poco. No importó romper una noble tradición basada en extraer del debate partidista ciertas cuestiones que todos entendíamos de estado y, por lo tanto, espacio común y terreno de encuentro para todos los grupos. Pero todo valía para erosionar al anterior equipo de gobierno. Pues bien, en estos momentos somos nosotros quienes solicitamos una disculpa pública a aquellos que aseguraron que las infraestructuras no estarían a punto y no sé cuántas barbaridades más. No sólo estuvo todo a punto, sino que se hizo con más antelación que nunca. Benic ssim cumplió y el anterior equipo volvió a demostrar que se está en política para trabajar responsablemente por el pueblo y no para difamar al adversario. Son formas distintas de entender el compromiso social.

Pero el daño ya estaba hecho y la ganancia partidista amortizada. A pesar de todo, nunca pagaremos con la misma moneda. Los temas que resultan trascendentales para los intereses de la ciudad no serán nunca objeto de la rapiña política a iniciativa nuestra. Da igual el daño que nos hayan podido causar en el pasado. No obstante, resulta curioso que aquellos que satanizaron el FIB cuando nosotros acogimos hace diez años, vendieran ahora su alma para conquistar el poder.

Pero ahora, amable lector, lo que debemos hacer como ciudad es disponernos a recibir con generosidad y esperanza otro gran festival que llevábamos tiempo incubando y que presentamos a la opinión pública y prensa especializada el mes pasado. Se trata, como apuntaba antes, del Tránsit 04. Un festival internacional de nuevas tendencias y música étnico electrónica. Con acentos y características distintas, parece que puede desplegarse y seguir la estela del festival Sonar de Barcelona. Se esperan ya miles de personas con cierto poder adquisitivo para el mes de septiembre. Un mes absolutamente interesante para poder desestacionalizar la temporada turística. Estratégicamente nos interesa sobremanera alentar las actividades y la capacidad de reclamo y seducción fuera de la temporada álgida del verano. No veíamos mejor fórmula para diversificar nuestra oferta turística que apostar por la cultura y las artes. Siempre hemos pensado y creído que esas deben ser nuestras credenciales como ciudad. Otro festival nos deja en la senda de nuestra consolidación como ciudad referente de la cultura. ¿Acaso podríamos encontrar mejor etiqueta y mejores anclajes para consolidarnos como un destino que aspira a renovarse y a plantar cara en el competitivo mundo de los mercados turísticos? El Tránsit, además, será un festival que nacerá con alma. Su propósito descansa en la fusión multicultural de las expresiones artísticas. La idea de mestizaje creador emerge con fuerza en un mundo que necesita diálogo y tolerancia. Ese es el código genético del nuevo Festival. ¿Cómo no íbamos a apoyarlo? Además, a un gobierno se le debe exigir pulso permanente, capacidad de iniciativa y nervio creador. Si el Mediterráneo ha sido conocido como un crisol de civilizaciones, Benic ssim debe nutrirse de ese espíritu y enorgullecerse de su capacidad de convocatoria en torno a la música y los valores de la diversidad cultural. Mucha suerte y que el tiempo confirme el acierto, como hace 10 años con el FIB, de apostar por la juventud, las ideas y el pentagrama.