Si el presidente de Portugal, el socialista Jorge Fernando Branco de Sampaio (Lisboa, 18-9-1939), no disolvió el Parlamento tras la marcha de Durao Barroso para presidir la Comisión Europea, y dejó que la derecha siguiera gobernando con Santana Lopes, ahora ha dicho basta. La crisis interna del PSD ha llevado a Sampaio a decidir nuevas elecciones.

Alcalde de Lisboa desde 1989 hasta el año 1995 y presidente de la República desde 1996, este exabogado de presos demócratas durante la dictadura de Salazar es toda una garantía institucional. Basta recordar que, a pesar de que en marzo del 2003 Durao Barroso fue el anfitrión en las Azores de los belicosos Bush, Blair y Aznar, él como jefe del Estado se dirigió al pueblo por televisión y puso en duda la legitimidad de la guerra de Irak. Muito obrigado, Sampaio.