Es muy importante que el alcalde de Castellón, Alberto Fabra, se vaya de viaje a Rumanía. Para unos, que le ponen peros hasta a la sonrisa de Heidi, es un viaje electoral. Pues vale, también. ¿Por qué no? Pero en el fondo supone el reconocimiento oficial de la existencia en esta capital de miles de rumanos.

Sólo por eso ya vale el viaje. Ahora viven como un colectivo que circula por la tangente. Y, sin embargo, cuantitativamente, son tantos como la población de Burriana, y sus cotizaciones a la Seguridad Social pagarán nuestras futuras pensiones. Hay que conocer, pues, quiénes son y de dónde vienen.

MUY BIEN. Ya tenemos quince policías más. Calles va acercándose poco a poco a su compromiso. Pero cuando en un barrio de Almassora dos días seguidos unos clanes se lían a tiros es que la solución no está sólo en poner más policías en la calle. Algo más está pasando.

LA UJI y el Ayuntamiento se ponen a la faena para buscar un buen local para la universidad. Pueden ser los juzgados o cualquier otro. Pero no hay excusas para encontrar la solución, como tampoco la hay para que el Gobierno ceda el edificio de Hacienda a la ciudad.