Hoy no puedo esperar más para proclamar mi asombro y estupefacción por la situación política de España, a raíz de la tramitación del Estatuto catalán.

Con toda la contundencia posible y para que quede bien claro, este proceso sólo pretende acabar con la Constitución y con la desintegración de España como nación.

Hace ahora casi dos años, con motivo del acto de la celebración de los 25 años de la Constitución, en la plaza Botánico Calduch, donde se inauguró un monolito que conmemora este hito en la historia de España, dije en mi discurso que veía en el horizonte nubes borrascosas en relación a nuestra Constitución. Ahora hace un año, en otro acto conmemorativo, como fue la celebración de los 25 años de las elecciones locales democráticas, donde recibí la medalla de oro de mi provincia por haber sido el primer presidente de la Diputación de la etapa democrática, en mi discurso dije que las nubes borrascosas ya no estaban en el horizonte, si no encima de nuestras cabezas y que en voz de una España podíamos tener diecisiete Españas.

Desgraciadamente, no me equivoqué. Hoy, en estos días, en estos momentos, España y su Constitución, después de 25 años de paz, libertad y progreso están en peligro. Los que vivimos la transición del 77 sabemos lo que fue una etapa de consenso, de ilusión, de ser sabedores que estábamos haciendo algo grande. Todo ello con el pueblo y para el pueblo.

Hay dos iluminados: el presidente del Gobierno de España y el señor Carod Rovira. El primero, que es un esclavo del segundo, ha puesto en grave riesgo el romper España y su Constitución. En cualquier país de nuestro entorno europeo esto no ocurriría. En primer lugar debe contarse con el pueblo y los españoles en estos momentos están más pendientes de las hipotecas de sus viviendas, de cambiar de coche o de organizar sus vacaciones, que de cambiar estatutos o romper la Constitución. Los políticos van por un lado y el pueblo por otro.

Basta ya de este juego tan peligroso que ha emprendido el señor Zapatero, incluso sin dejar jugar a su propio partido. Tiene gracia que ahora el señor Rajoy diga aquello de "vuelva señor González" en vez del popular "váyase señor González". ¿Se han vuelto locos algunos políticos que nos gobiernan? ¿Vamos a dejarles que se carguen España?...con federaciones asimétricas, nación de naciones o entidades nacionales. Si el señor Zapatero necesita los votos de Maragall o de Carod para gobernar en Madrid, más vale que dimita antes de romper el consenso, la constitución y la nación española.

En 1977 los políticos y los españoles arreglamos este país que salía de una dictadura. Hoy en el 2005, cuatro personas, porque no son más, a espaldas del pueblo español y del Parlamento, están dando un ejemplo a toda Europa de que, como siempre, los españoles somos capaces de hacer lo más sublime y después lo más esperpéntico. El señor Zapatero, el señor Carod y algunos políticos, son el último esperpento español. Los españoles que debemos impedir que todo esto suceda somos muchos más y mejores y además nos ampara la ley y la historia. Aunque sean unos iluminados, deben consultarnos a todos los españoles. La Constitución otorga la soberanía a todo el pueblo español, no al señor Zapatero a Maragall y a Carod.

Estoy seguro que a la mayoría que piensa como yo, nos calificaran por defender la Constitución, pese que la constitución la votaron mayoritariamente los españoles y con la que han gobernado el centro, la derecha y la izquierda, salva patrias. De cualquier forma es preferible ser llamado salva patrias que no rompe-españas.

Sr. Rodríguez Zapatero, gobierne con el pueblo y para el pueblo, esa es la esencia de la democracia. Cuando los españoles le votaron para gobernar este país Vd. no les anunció que quería cambiar la Constitución y mucho menos romper España. Voces autorizadas de su propio partido le han criticado públicamente. Le exijo, como la mayoría de españoles, nos consulte la reforma constitucional, antes de proceder a su tropelía política. El asunto es muy serio y lo más grave que nos ha sucedido desde el 15 de junio del 77.

No haga más daño a España por querer mantenerse en la presidencia del Gobierno con los votos de Maragall, Carod o Mas, es decir de la sucursal del PSOE en Cataluña (PSC) de ERC o de CiU. No es un problema para Vd. sólo de índole político, es un problema de dignidad histórica. Basta ya de hacer tonterías aunque sea con talante.

Hoy leo con satisfacción que el PSOE y el PP, en una moción anunciada en el Ayuntamiento de Castellón, instan a que el Estatuto esté completamente dentro nuestra Constitución. Empezando por el Rey, y con gente como Felipe González, Alfonso Guerra, Calvo Sotelo y otros líderes tanto del PSOE como del PP, tengo la esperanza de que el Estatuto catalán no pueda ni debe prosperar.

Senador constituyente