La capitalidad te la reconocen o no. No sirve para nada si se consigue por decreto o a golpe de foto del candidato. Se gana en base al trabajo, al servicio prestado a los conciudadanos, a la solidaridad con los pueblos de la zona, etc. Castellón, no necesitó de decretos ni fotos para en los años 20 ganarse la capitalidad cultural del País Valenciano, porque sus intelectuales, la Castellonenca de Cultura, atrajeron hasta aquí en 1932 a los escritores y firmantes de les Normes de Castellón, punto clave en la normalización del valenciano. Castellón en democracia, comenzó a ganarse entre las gentes de la provincia su capitalidad cuando ofreció a las familias y a los jóvenes de la provincia una universidad.

Es curioso que ahora después de 16 años de gobierno, el PP se acuerde de pedir la capitalidad. Alberto Fabra, más como candidato del PP que como alcalde de todos, viene a hacerse las fotos de precampaña electoral exigiendo la capitalidad para Castellón. Es el reconocimiento explícito del fracaso del PP de Castellón.

Esta reivindicación de capitalidad se hace sin un proyecto riguroso, más allá de las virtualidades. En 1990, siendo alcalde Daniel Gozalbo, sí se presentó un proyecto serio de capitalidad: Castelló centre de futur. Como tantos buenos proyectos socialistas, la derecha más sectaria que nos ha tocado sufrir, los tiró al cubo de la basura, en perjuicio de la calidad de vida de los vecinos. Alguno de aquellos proyectos, como por ejemplo, peatonalizaciÓn del centro histórico, el bus guiado, rondas de circunvalación, 16 años después siguen en ejecución o en proyecto.

Otros proyectos de capitalidad, como las rondas de circunvalación, están sin concluir, como están sin hacer los colegios obligando a los jóvenes a asistir a clase en barracones, o dejan para más tarde resolver los problemas de los centros para mayores o para los enfermos de alzheimer. Es historia la demagogia empleada por el PP desde la oposición sobre la Marjaleria, con José Luis Gimeno a la cabeza. Está donde estaba, 16 años después.

Ahora si, ahora toca pancartas de Agua para todos, AVE 2010. Son reivindicaciones a otra Administración, ahora que ha cambiado de signo político, para ocultar la ineficacia de cuando la gobernaba el PP.

Castellón capital debe ofrecer todos los servicios públicos especiales como justicia, hospitales de referencia, red comercial propia de una gran ciudad, empresas de servicios cualificadas, universidad. Pero para ejercer la capital debe haber una red de de comunicaciones fluida, en transporte público y privado.

Trabajar por la capitalidad, por ejemplo, es ejecutar las infraestructuras de movilidad, que se desgranan en el Patecas, que el PP tiene durmiendo años.

Trabajar por la capitalidad no quiere decir abandonar a su suerte a los pueblos pequeños. Desde la Diputación vemos con preocupación cómo la política de Fabra ha sido vaciar de inversiones, y a veces de competencias como el caso del Castell de Morella, a los ayuntamientos. Desde la Diputación se debe garantizar los servicios y dotaciones básicas a todos los pueblos. Defender las inversiones en los pueblos pequeños, no es despreciar las necesarias actuaciones para conseguir la capitalidad de Castellón.

Diputado provincial del PSPV-PSOE