Querido lector:

Es curioso comprobar cómo la primera percepción parece ser siempre la buena. Les decía ayer que es conveniente que la política no se entremezcle con las cosas de comer --en este caso con el turismo desplegado ampliamente en Fitur estos días-- y sin embargo a la primera de cambio ocurre.

La confrontación, eso sí siempre en los límites de lo políticamente correcto, se centró con la Copa América, una competición y un polo de atracción que en Castellón a este paso la vamos a ver discurrir de lejos, pero que en Valencia causa estragos políticos entre Generalitat y Ayuntamiento por un lado y el Gobierno central por otro.

La escenificación de esta rivalidad por rentabilizar el evento se produjo ayer en Madrid, creando como no podía ser menos, desconcierto en los visitantes profesionales que únicamente pedían información unificada y concreta, sin preocuparles quién o qué debe capitalizarla.

Cevisama Mientras las empresas del sector cerámico hacen los deberes en todos los aspectos de su actividad, los organizadores de la feria Cevisama han demostrado no estar a la altura de las exigencias de uno de los sectores industriales más competitivos y dinámicos. Han tenido demasiados errores, el más grave: la falta de capacidad para atraer y asegurar un mayor número de visitantes extranjeros. Una cuestión únicamente ferial que apunta a una tarea de promoción y venta exterior del evento deficiente y... preocupante.