La energía renovable, tanto eólica como fotovoltaica, es una de las apuestas estratégicas de futuro más inmediato para Castellón. En Navarra, una de las comunidades más avanzadas en esta materia, la mitad de la electricidad que gasta proviene ya de las energías limpias, aprovechando el viento o el sol. En la provincia de Castellón el consumo medio de los hogares podría abastecerse gracias a los parques eólicos instalados en las comarcas del interior. La Comunitat Valenciana ha sido de las últimas en incorporarse a este fenómeno con la aprobación y la progresiva implantación del Plan Eólico Valenciano. En el 2003 se inició la tramitación administrativa, cuyos primeros frutos fueron la puesta en marcha a principios del 2006 del primero de los parques, en Manzanera, Olocau del Rei, en la comarca castellonense de Els Ports. La previsión es que durante el próximo año los 67 parques del Plan Eólico estén en funcionamiento.

Las energías renovables podrían solucionar muchos de los problemas ambientales, como el cambio climático, los residuos radiactivos, las lluvias ácidas y la contaminación atmosférica. Pese a tales ventajas, en el desarrollo de estas infraestructuras hay que ser respetuosos y Viver se presenta como un ejemplo de ello tras el hallazgo de restos de una villa romana del siglo II. Lo normal es que se busquen medidas para compaginar las dos cosas: el derecho al negocio y a la producción de energía limpia, con el entorno y sus valores históricos y patrimoniales.