Manuel Pizarro ha sido el fichaje estrella que Mariano Rajoy ha realizado para su campaña electoral. Es aragonés, ha sido presidente de Endesa, no por sus méritos, sino porque lo colocó el expresidente Aznar cuando la eléctrica era del Estado. Cuando ha sido cesado, ha cobrado más de seis millones de euros como indemnización por despido. El concepto de la dedicación a la vida pública de Mariano Rajoy y de otros dirigentes del PP, como Esperanza Aguirre, quedó manifiesto cuando reiteradamente ha afirmado que "Pizarro es ya muy rico y no necesita la política como otros, ni robar para vivir". Esta afirmación, además de confesar el por qué los dirigentes de la derecha están en la vida política, es una ofensa a tantos miles de concejales y alcaldes de pueblos, a tantos diputados y senadores, que sí entienden la acción política como un servicio a los ciudadanos y un trabajo para cambiar y mejorar la sociedad.

Rajoy justifica en esta defensa de Pizarro la concepción de su portavoz Eduardo Zaplana, cuando afirmó a un amigo: "Borito, necesito mucho dinero y quiero hacerme rico". O la afirmación del diputado del PP en Les Corts Valencianes, Vicente Sanz quien aseguró: "Yo en esto quiero forrarme, forrarme".

Pero además de reforzar con esta concepción de la vida política que se está para robar o hacerse rico, cosa que no hará Manuel Pizarro porque ya lo es, nos recuerda actuaciones en Castellón del máximo dirigente del partido de Rajoy. Aquí Carlos Fabra, con los 92.000 euros de asignación, una de las retribuciones públicas más altas de la Comunitat Valenciana, estará en política "para hacerse rico". Como ricos va a hacer a cuantos toca con su varita mágica de rey Midas, eso sí con dinero de los impuestos de todos los ciudadanos. El escándalo ha saltado a los medios de todo el país con el fichaje de Mar García Fernández, hermana de Sergio García, el Niño (el Niño le lleva suerte al presidente del PP), cuando la contrata como asesora para temas de golf. Otra asesora en el tema que está asesorando su otro hermano con muy buenos emolumentos. Y Fabra tiene en la Diputación con sueldos multimillonarios a otros 31 asesores, que nos cuestan un millón de euros anuales. Tanto asesor y algunos con alta preparación en EGB, demuestran que el presidente debe saber muy poco, que todo lo tiene que consultar y recibir informes para su asesoramiento.

Total la broma de asesores y cargos del PP en la Diputación nos cuesta a los ciudadanos 2,2 millones euros/año. Con este despilfarro de dinero de los contribuyentes suponemos que el PP de Rajoy quiere reducir el paro en base al dinero público. Pero a la vez, a Rajoy se le complica la cosa cuando anuncia bajar los impuestos. ¿Cómo repartiría a manos llenas Carlos Fabra si se redujesen los impuestos? Sus amigos, su hija, su hermano, su cuñada, engrosarían la lista del paro.

El fichaje estrella de Mariano Rajoy, Manuel Pizarro, en su vertiente de oriundo de Aragón, no le ha servido un plato de gusto a su partido de Castellón. Afirma que del "trasvase del Ebro a la Comunitat Valenciana, de momento ni hablar". Le hacen caso y el PP retira de su programa electoral la propuesta prometida mil veces, como mil veces esgrimen el Agua para todos. Si el PP ahora está en contra del trasvase del Ebro y está en contra de las desaladoras, ¿cómo pretende suplir la falta de recursos hídricos en la Comunitat Valenciana? Mejor dejar las pancartas contra Zapatero (pagadas con dinero público) y trabajar conjuntamente todas las administraciones para resolver el problema hídrico como está haciendo el Gobierno de la nación. Pero como Pizarro ya está forrado, puede hacer una donación altruista.

Diputado provincial del PSPV-PSOE