Querido lector:

El sector industrial del azulejo está fuerte a pesar de la mala coyuntura económica generalizada que se radicaliza a raíz de la fortaleza del euro, los incrementos constantes del crudo --que después repercutirán en otros combustibles--, la desaceleración inmobiliaria nacional, el enquistamiento de los bancos a la hora de facilitar financiación para el consumo, la carencia de programas públicos de promoción industrial, la falta alarmante de infraestructuras viarias adecuadas para la convivencia del transporte pesado y la circulación urbana en la provincia, la falta de conexiones viables entre los centros de producción, enlace y distribución ... y un sinfín de factores más.

Está fuerte aunque también sufre y sufrirá las consecuencias de la desaceleración económica general, mundial y nacional, digan lo que digan los políticos metidos ahora en campaña. Y está fuerte a pesar de que en estos meses difíciles se produzcan noticias más o menos alarmantes que puedan afectar a tal o cual empresa del sector.

Esta fortaleza viene demostrándose a lo largo de los últimos años. Así lo demuestra el último informe elaborado por la consultora y auditora KPMG referente al 2006, un año especialmente problemático por el aumento de los costes --gas natural, materias primas y transporte--. Y en esta fortaleza se debe basar la economía provincial en un momento delicado como el que atravesamos. ¿Nos damos cuenta todos?