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Editoriales.

Cultura y economía

La Concatedral de Santa María de Castellón, la iglesia Arciprestal de Vila-real y la del Salvador de Burriana acogerán a finales de este año la exposición la Luz de las Imágenes Espais de Llum, que por tercera vez llega a la provincia. Con anterioridad estuvo en Segorbe --entre el 2001 y el 2002-- y en Sant Mateu --en el 2005--. Ahora desembarcará en La Plana Baixa y en forma de sede compartida. Se trata de una iniciativa de la Fundación de la Comunitat Valenciana La Luz de las Imágenes, impulsada y financiada por la Conselleria de Cultura, que contará con un presupuesto que superará los diez millones de euros. Además, está previsto que se restauren unas 200 obras de arte sacro, pertenecientes a la diócesis, que servirán de base de una exposición que verá también como las tres sedes sufren un profundo cambio y lavado de imagen.

Pero no es solo el hecho cultural lo que marca una exposición de estas características --la séptima que se hace desde el 2001-- sino también lo que supone en visitas turísticas y, por tanto, en inyección económica para los tres municipios que la albergan. Los restauradores de Castellón calculan que la incidencia será de un 30% más de ingresos en bares y restaurantes. Por poner un solo ejemplo, el impacto económico que supuso la exposición en San Mateu fue notable. Tras la muestra recibe 140.000 visitantes cada año, frente a las 30.000 que recibía con anterioridad a la exposición, y ha aumentado en un 50% la capacidad hotelera.

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