Ni el Gobierno central cree que el AVE es prioritario ni el Ejecutivo de Zapatero tiene ningún compromiso con los ciudadanos de esta provincia. Basta con remitirse a los hechos.

Los socialistas están bloqueando la construcción del tren de alta velocidad entre Valencia y Castellón a un ritmo de vértigo. El mismo ritmo con el que quieren situar a la provincia en el vagón de cola del progreso en España.

De nada sirve que salga el subdelegado del Gobierno en Castellón diciendo que el Ministerio de Fomento es el único que invierte en la provincia y que Zapatero está comprometido con los castellonenses. La única realidad es que no hay fecha para la llegada de la alta velocidad a Castellón. Primero, Blanco dijo que sería en 2014 –la última provincia valenciana--, después que se haría mediante financiación público-privada, pero que esta infraestructura seguiría siendo prioritaria. Y unos días después, la única verdad es que el Ministerio de Fomento ha publicado una resolución de la Dirección General de Infraestructuras Ferroviarias por la que se desconvoca sin fecha el trámite de levantamiento de actas previas a la ocupación de los terrenos del tramo la Llosa-Moncofa. ¿Qué significa este trámite? Pues que Fomento da marcha atrás y suspende el proceso administrativo para el inicio de las expropiaciones. Primero es este tramo, pero después vendrán el resto. Del mismo modo que también se ha suspendido el proceso de adjudicación de la construcción de los tramos.

Los castellonenses no vamos a tolerar más mentiras del Gobierno de Zapatero. Exigimos el mismo trato que al resto de los ciudadanos de otras provincias. Queremos saber cuál es la realidad del proyecto, las fechas, las soluciones… En definitiva, queremos que el ministro José Blanco dé la cara, deje de tratarnos como ciudadanos de segunda y nos cuente a todos los castellonenses por qué no vamos a tener AVE. A día de hoy, no ha dado una respuesta oficial, clara y directa. Solo ha hecho que enredar para ocultar una realidad que no puede esconder más, porque los hechos le desbordan y lo dejan en evidencia. Desde Castellón exigimos una explicación. No estamos dispuestos a ser los últimos en tener AVE.

Retrasar el AVE implica unos daños irreparables para el futuro socioeconómico de la provincia de Castellón. El AVE genera movimiento de personas desde el punto de vista turístico, no solo de cara a las playas de la provincia, sino también hacia otros ámbitos, como el turismo de congresos, cultural, urbano y de fin de semana… Pero además, también supone una pérdida de competitividad muy importante, ya que Castellón seguirá teniendo unas infraestructuras más atrasadas que sus competidores.

La burla de Zapatero hacia los castellonenses debe terminar. Solo en el caso de Málaga, en el primer verano, los viajeros se incrementaron en un 91%. Cuanto más tarde llegue el AVE a Castellón, peor será para nuestros intereses, porque se crean unas dinámicas y unos flujos en los movimientos de pasajeros que después cuestan mucho de romper, lo que implica un esfuerzo mayor.

Los socialistas han engañado a los castellonenses. En su estrategia de confusión acusan al Consell y a la Diputación, pero la realidad es que todas las infraestructuras básicas para garantizar el progreso de Castellón, están siendo ejecutadas por la Generalitat y la Diputación, como son el aeropuerto y la conversión en autovía de la CV-10 entre Pobla de Tornesa y Vilanova d’Alcolea, así como la nueva CV-13 entre el aeropuerto y Torreblanca. Tres importantes infraestructuras que estarán ejecutadas este año y que beneficiarán en la llegada del turismo. Frente a esto, el Gobierno de Zapatero no ha concluido ninguna de las obras anunciadas para Castellón en seis años de mandato. Los castellonenses no nos vamos a quedar de brazos cruzados.

Es hora de unirnos y gritar con una sola voz que no vamos a consentir que el Gobierno de Zapatero y los socialistas nos traten como ciudadanos de segunda, porque solo se mueven por intereses electorales. La paciencia de esta provincia ya se ha terminado. H