Pinta el mundo de rojo. Este ha sido el último lema elegido para el Día Mundial del Donante de Sangre. Pero ese día deben ser todos, porque la sangre no se puede fabricar. La donación es una acción altruista, imprescindible para garantizar la salud de todos los castellonenses. Por poner un ejemplo, en solo cinco meses, el Hospital de la Plana consume unas 1.580 bolsas de sangre y sus hemoderivados. Haciendo un simple cálculo y sabiendo que cada bolsa contiene 450 mililitros, el Hospital de la Plana necesita unos 750 litros de oro rojo en esos cinco meses.

Esta sangre es utilizada principalmente en las intervenciones quirúrgicas y también como parte del tratamiento de las hemopatías malignas transfusión-dependientes: en anemias refractarias crónicas y otras patologías. Además, es necesario disponer de una reserva para cubrir los casos de urgencia, como accidentes de tráfico, traumatismos y hemorragias digestivas.

Quiero insistir en que la donación altruista de sangre es el único mecanismo posible para la obtención de hemoderivados, es decir de hematíes, leucocitos, plaquetas y plasma. El organismo responsable de la promoción y colecta de estas donaciones es el Centro de Transfusión de Castellón. Durante el 2010, estos centros consiguieron 187.228 donaciones en toda la Comunitat. Pero hacen falta más.

Además del acto solidario y altruista, la hemodonación constituye en sí mismo un examen de salud exhaustivo cuyo primer beneficiario es el propio donante, ya que la sangre se analiza y se somete a un riguroso estudio. Pero lo más importante es que cada donación puede salvar 3 vidas. Y puede ser que un día una de esas 3 vidas sea usted y/o alguno de los suyos. H