Querido lector:

Primero que todo, felicitarnos todos en la provincia de Castellón por la ausencia prácticamente total de incidentes reseñables en la jornada de huelga general de ayer, especialmente en contraposición con lo ocurrido en algunas ciudades.

Y en segundo término, el mismo denominador común en el análisis de otras huelgas: la disparidad de las cifras de seguimiento. Según los sindicatos, masivo, según la Administración, mínimo.

La realidad es que, en conjunto, la huelga en la provincia de Castellón, no ha sido general y sí muy sindical, con un arduo trabajo por parte de los piquetes para que la incidencia del paro fuera mayor. Pero sí ha tomado espectacularmente la calle como colofón con una masiva participación en la manifestación en la capital de la Plana que ha llenado a rebosar el centro de la ciudad.

Creo que esta ha sido la principal característica de la jornada en Castellón. Una huelga muy desigual y una protesta masiva contra la reforma y los recortes en la calle.

Ya en el detalle, el indicador del consumo de electricidad es el más objetivo para verificar la incidencia de la huelga. Y este nos indica que en la provincia el descenso de la demanda eléctrica ha sido la mitad que la media nacional, un 8% sobre un día normal, el mismo que en la huelga general del 2010. Por tanto, la industria azulejera --prevenida con anterioridad-- y los polígonos industriales de la provincia, entre ellos el petroquímico del Serrallo, no han experimentado la huelga.

Otro indicador objetivo es el comercio. Y en la capital y en el resto de ciudades y pueblos de la provincia, prácticamente no se ha cerrado. Ni las grandes superficies, ni el pequeño comercio o la restauración, por lo que la sensación de normalidad ha imperado en la vida ciudadana, eso sí aunque a un ritmo menor, con el añadido del acuerdo en servicios mínimos que ha hecho que la sanidad, la justicia --sin juicios-- y otros servicios funcionara sin anormalidades destacadas.

Donde sí era de esperar más incidencia es donde más se ha producido. En la Educación, muy caliente por los recortes del Consell, que desembocarán seguramente en breve en más movilizaciones.