Hace casi dos semanas que Europa aceptó abrir una línea de crédito para el sector financiero español de hasta 100.000 millones euros. Muchos pensamos que esa apuesta de Europa por nuestro país y por nuestra solvencia, nadie le presta dinero a quien cree que no tiene capacidad de devolvérselo, sería la llave que abriría la puerta a una mayor estabilidad en el mercado y a una estabilización del nuestra prima de riesgo.

Sin embargo, la pasada semana, después del anuncio de la inyección al sistema bancario español, los mercados siguieron tan revueltos como lo venían haciendo anteriormente. Todos, incluso los más reputados analistas, pensamos que la incertidumbre que amenazaba la estabilidad de los mercados europeos eran las elecciones griegas. El pasado domingo los griegos acudieron a votar y apostaron por Europa, por la moneda única y por la evidencia de que la solución a los problemas del país no pasa por volver al dracma.

Una vez más, el esperado sosiego no llegó y la prima de riesgo española se ha mantenido e incluso ha crecido en estos días. ¿Por qué?, nos preguntamos todos.

Probablemente son varios los motivos, pero lo que sin duda parece claro es que la causa de la inestabilidad de los mercados no es España. Europa no tiene dudas sobre la solvencia española, sobre nuestro potencial económico ni sobre las reformas que el Gobierno de Mariano Rajoy está aplicando desde que llegó a la Moncloa. Como señalaba al principio, si esto no fuera así, Europa no habría aceptado prestar a España hasta 100.000 millones de euros para sanear nuestro sistema financiero. El problema de los mercados europeos es que en estos momentos existe una crisis de confianza por parte de los grandes inversores en la moneda única, y esa crisis de confianza penaliza más a España que a otros países de la zona euro. ¿Por qué resulta España más penalizada? Probablemente a los grandes inversores les pesa el hecho de que España haya dado la espalda a sus problemas durante demasiado tiempo.

En el 2008, países como Islandia o Gran Bretaña acometieron el saneamiento de todo su sistema financiero mediante la inyección de capital en los bancos con problemas. En el mismo año, Estados Unidos inyectó 186.000 millones de euros a 9 bancos americanos en crisis. Mientras, en España, como recordarán, el Partido Socialista, entonces en el Gobierno, trataba de convencernos de aquello de “los brotes verdes” que solo veían ellos; de que nuestro sistema financiero era “el más sólido del mundo”; de que la economía española iba a crecer ese año un 3,3% , y además tildaba a quienes alertaban sobre la que se avecinaba, entre otros muchos los dirigentes del Partido Popular, de tener una actitud “antipatriótica, inaceptable y demagógica”.

Por supuesto, que los desatinos dichos y hechos por parte del anterior Gobierno socialista son tantos, que sería imposible poder recogerlos aquí, pero ahí están las hemerotecas.

Afortunadamente hoy las cosas han cambiado. Nadie niega que las circunstancias son las más difíciles que Europa ha conocido nunca. Pero España cuenta con un Gobierno comprometido que ha puesto en marcha muchas reformas y que lo seguirá haciendo, a pesar de lo difícil que es emprender el camino que otros países europeos emprendieron hace más de tres años.

La Comunitat Valenciana y nuestra provincia están comprometidas con la realidad que vive nuestro país. El president Fabra ha defendido en Les Corts el Plan Económico Financiero 2012-2014 que supondrá un ajuste de 2.260 millones en las cuentas públicas de la Generalitat, que implicará una gestión más eficiente y una remodelación profunda del sector público en nuestra Comunitat.

Sin ninguna duda, estamos en una situación difícil, pero saldremos adelante. Comprometidos, trabajando por una Europa más unida y más fuerte, haciendo reformas y explicándolas de forma clara; y todo ello, como dijo el president Alberto Fabra en Les Corts, “dando la cara y diciendo la verdad” ya que esa es nuestra forma de entender la política. H