Pocos asuntos son más urgentes en la provincia de Castellón que afrontar la solución a la siniestralidad en el nacional 340. El accidente ocurrido el pasado miércoles a la altura de les Alqueries y que tuvo como desenlace la muerte de un joven de la capital, ha devuelto al primer plano de la actualidad este grave y, repetitivo, problema. En los últimos cuatro años, 34 personas han perdido la vida en esta vía mortal. Una cifra alarmante que conlleva detrás de cada una de ellas un drama humano.

Desde Mediterráneo, hemos venido reivindicando la necesidad de soluciones rápidas para minimizar los riesgos de la conducción en estos puntos negros. Día a día, nos hemos hecho eco del llamamiento social e institucional para que el Gobierno afronte con determinación el problema, pero, por lo visto, el clamor no es suficiente para que llegue con claridad hasta Madrid.

De nuevo, hoy, en estas páginas, recogemos las demandas de los alcaldes más afectados y que, al margen de colores políticos, ponen en evidencia una realidad que no se puede esconder y que requiere de la voluntad de Fomento. Cierto es que, en estos momentos de crisis, es más difícil destinar presupuesto, pero hay que recordar que tampoco estuvo sensible en las épocas de vacas gordas.