La aprobación de la LOMCE (Ley de Mejora de la Calidad Educativa) significó a finales del año pasado la consolidación legislativa de un proyecto impulsado por el ministro Wert que tendía a la homogeneización centralista de la enseñanza, a la segregación del alumnado, a unos criterios ideológicos conservadores y a la disminución del poder de los consejos escolares. El curso que empezará mañana se convertirá, en Primaria, en el primero en el que se implanta parcialmente la LOMCE, en primero, tercero y quinto. De cinco sesiones diarias, se pasará a seis, todas ellas de 45 minutos, con lo que cambiará el horario, que a partir de octubre será de 9.00 a 12.30 y de 15.30 a 17.00 horas. Todos los días habrá al menos una sesión de Matemáticas, Castellano y Valenciano. En primero se duplicarán las sesiones de Inglés. Habrá dos sesiones de Música a la semana. Desaparecerá Coneixement del Medi y se sustituirá por Ciencias Sociales y Ciencias Naturales. Y en quinto se incorpora Cultura Valenciana. A la falta de consenso en la aprobación de esta ley, en la Comunitat se une el rechazo por el adelanto de las clases. Educación alega que es para conciliar la vida laboral y familiar, pero AMPA y sindicatos critican la falta de tiempo para organizar el inicio de curso y la tardía publicación de los currículos.