El consumo de cannabis por parte de los adolescentes ha aumentado en España, hasta el punto de afectar a más de 85.000 menores de entre 14 y 18 años. Nuestra provincia no se queda atrás. Se calcula que el 20% de los jóvenes fuma porros de forma habitual y un buen porcentaje lo hace de forma abusiva (8-12 diarios). La demanda asistencial ha aumentado, pues de hecho se trata de la droga que más tratamientos de desintoxicación ha iniciado este año en menores, estando cerca de ser la primera sustancia que demanda este tipo de tratamientos, por detrás de la cocaína. Hay adolescentes de 12 años que ya reciben tratamiento en Castellón.

Es muy preocupante que el consumo de cannabis sea cada vez más alto y la edades sean cada vez más tempranas. Existen dos razones que explican estas conclusiones: la baja percepción de riesgo sobre su consumo por parte de los jóvenes y la facilidad de adquisición. Y, en efecto, su consumo se banaliza de tal forma que llega incluso a gozar de buena fama, sin advertir que fumar porros provoca la aparición de brotes psicóticos en personas ya predispuestas a ello. El perfil típico suele ser el de jóvenes muy consentidos o hijos de familias desestructuradas. Al descubrir lo que está sucediendo, los padres suelen dramatizar y, aunque no es fácil, lo más adecuado es mantener la calma y elaborar una estrategia para poner solución. Si no se sabe cómo ayudar, hay que buscar la ayuda de un profesional. H

*Psicólogo clínico