Las sorpresas se suceden y si no queríamos caldo, ¡pues toma tres tazas!

El presidente de EEUU, Donald Trump, nos tiene acostumbrados a una de cal y otra de arena. Por una parte, el 12 de junio próximo se reunirá con el presidente de Corea del Norte, en Singapur, donde, según sus propias declaraciones, su intención es la de aproximar posturas y así lo espera de su homónimo coreano, Kim Jong-Un. Por esta parte, me parece adecuado después de la artillería verbal que los dos políticos se han cruzado en el pasado.

Sin embargo, no todo son mieles. La firma del documento presidencial por el cual EEUU anula el acuerdo nuclear con Irán y la imposición de nuevas sanciones, no ha hecho sino que avivar el fuego si cabe aún más. El líder iraní Alí Jameini dice que los estadounidenses se arrepentirán y casi de inmediato, el precio del crudo ha subido y ello va a costar a los españoles, en este año, seis mil millones de euros aproximadamente. Ahí no acaba el tema, pues Alemania, Francia y Gran Bretaña se han desmarcado de la decisión de Trump y quieren mitigar el efecto, siendo la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, la que ha hecho ver al líder iraní que la Unión Europea no comparte la postura americana, especialmente teniendo en cuenta las consecuencias que una actitud negativa podría tener a nivel de las inversiones de la Unión en Irán y los acuerdos bilaterales con este país.

Para enturbiar más la situación, Israel ha lanzado un ataque con misiles a posiciones iraníes en territorio sirio. Es el aderezo. Lo malo de todo esto es que las consecuencias las pagamos los de siempre. Preparémonos, pues, para tiempos difíciles ya que el impacto económico ha sido claro y conciso.

*Secretaría de Políticas Sociales y LGTBI PSPV-PSOE Castellón