La noticia de la contratación de otro primo del concejal de Compromís Enric Porcar en el Patronato Municipal de Deportes ha hecho saltar de nuevo la polémica, con presuntas prácticas de amiguismo donde se ha podido ver que la familia está por encima de todo. Son ya tres miembros de una misma familia, la de Porcar, quienes trabajan para esta delegación controlada por la formación nacionalista Compromís. El primero fue el gerente del Patronato de Deportes, nombrado a dedo por el propio concejal, Enric Porcar, después de tratar de revestir de democracia lo que fue una «dedocracia» en toda regla, ya que se traba de una plaza de libre designación. Su nombramiento se sabía un año antes.

Sin embargo, la práctica de salvar a los suyos no es exclusiva de Compromís, sino también del PSOE y va más allá del ámbito local. Tenemos un presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que lo primero que ha hecho al llegar a la Moncloa ha sido salvar a su mujer, poniéndola al frente de la dirección del Instituto de Empresa para África. Venían a salvar personas, sí, a los suyos.

Quienes tanto criticaron favoritismos y amiguismos, ahora se ven envueltos en ellos, silenciando las sospechas que ha suscitado el escándalo del caso Porcar, que se suma a otros casos que han tenido lugar durante el presente mandato de PSOE y Compromís: el caso Lafuente, el dedazo del gerente de Fiestas o el del Intendente General de la Policía Local, que acabó yéndose a València.

¿Qué explicación han dado PSOE y Compromís al respecto? Ninguna, ambos tienen mucho que callar en materia de contratación pública. Mientras el concejal Enric Porcar sigue sin dar la cara ante los castellonenses a los que se debe, porque está de vacaciones, socialistas y nacionalistas tratan de tapar el escándalo, esperando que el temporal pase cuanto antes para poder seguir disfrutando del verano.

*Portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento de Castellón